Rayo sobre La Seo: muerte de un campanero

Publicado el 3 noviembre, 2009 por Antonio Tausiet


Según la Guía de Zaragoza, 1860:

El domingo de Cuasimodo, 7 de abril de 1850, entre siete y ocho de la mañana, en ocasión en que se estaba distribuyendo el sagrado viático a los enfermos, en sus casas, para el cumplimiento parroquial, una tempestad que casi de repente vino sobre la ciudad, lanzó una centella a la torre de La Seo, a tiempo en que se repicaban las campanas.

Esta exhalación se internó por la bola de la cruz del capitel y se introdujo por su armadura, saliendo por donde están colocadas las campanas, ocasionando la muerte próxima del campanero, tocando en la esfera del reloj de la torre, que da a la plaza, causándole desperfectos y yendo a terminar o desaparecer en la puerta de la iglesia.

Consecuencia inmediata fue el incendio y destrucción total de tan hermoso chapitel, el cual todavía no se ha renovado, aun cuando se abrió una suscripción y se hicieron donativos para ello.

Domingo de Cuasimodo: primer domingo siguiente a la Pascua. El Concilio de Trento, celebrado por la iglesia católica, en Italia entre 1545 y 1563, estableció la conveniencia de comulgar al menos una vez al año. De acuerdo a esta norma, que también se extendió a América, se hizo común que los sacerdotes llevaran la comunión a los enfermos que no podían asistir a los templos católicos. La palabra “Cuasimodo” proviene de las primeras palabras del introito del segundo domingo de Pascua, “Quasi modo géniti infantes…”, (del latín, “Así como niños recién nacidos…”), fecha en la que se realiza el Cuasimodo. Los griegos la llamaban Dominica nova, en razón a la vida nueva que debían empezar los bautizados de Pascua.

La Seo: la Catedral del Salvador en su Epifanía de Zaragoza es una de las dos catedrales metropolitanas de Zaragoza, junto con la basílica y catedral del Pilar. Habitualmente llamada «La Seo» en contraposición a «el Pilar». Está construida en el solar del antiguo foro romano de Caesaraugusta y de la mezquita mayor de Saraqusta, de cuyo minarete todavía perdura la impronta en la torre actual. El edificio fue comenzado en el siglo XII en estilo románico integrado en la mezquita aljama y ha sido objeto de muchas reformas y ampliaciones hasta 1704 en que se coloca el chapitel barroco rematando la torre.

Desde la caída del rayo y hasta enero de 1861, no se colocaron los andamiajes que permitirían colocar el nuevo chapitel, fundido en los talleres Julio Goybet y Cía. de Zaragoza. Mientras tanto, éste era el aspecto de la torre, según fotografía de Mariano Júdez de 1859:


Ver un grabado sobre este suceso aquí.

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