La política de Zaragoza Cultural respecto al cine
Publicado el 25 abril, 2008 por Antonio Tausiet
Entrevista sobre la política de Zaragoza Cultural respecto al cine, realizada por Luedro a Luis Antonio Alarcón (A) y Antonio Tausiet (T).
– ¿La gestión que está realizando Zaragoza Cultural está afectando notablemente a la realización de festivales cinematográficos en la ciudad?
(A) Evidentemente sí. La principal prueba es que el año pasado no se celebró la que iba a ser la séptima edición de Cinefrancia. Con eso se dice todo. De todos los caminos posibles se optó por el más fácil y desconsolador: suprimir.
(T) La pregunta incluye la respuesta, en la palabra “notablemente”: los gestores de la cultura local son los responsables de la realización de los certámenes; la política que trasciende al respecto es errática. Habría que añadir aquí que la cultura está más arrinconada que nunca en el orden de prioridades de las instituciones.
– ¿Tendría que destinar más dinero Zaragoza Cultural al impulso del cine en la ciudad? ¿Hay una carencia económica, por tanto, en esta situación?
(A) Sobre todo tendría que cuidar lo que tiene. Empezando por no eliminar Cinefrancia, impulsar Jóvenes Realizadores definitivamente y llevar a cabo un proyecto serio con la Filmoteca. El dinero es importante, por supuesto, pero también e incluso más hacer una buena gestión. El cine, la cultura, no ha de ser moneda de cambio en ningún caso y no tiene que medirse únicamente por su rendimiento económico. Hay que trabajar y buscar las mejores soluciones para cada situación concreta, creando equipos especializados que dispongan de margen de maniobra y no estén subordinados a cortapisas políticas. Por otra parte, la colaboración de la empresa privada en nuestra ciudad es muy limitada. Lo ideal sería que hubiera un encuentro entre ambas partes, la pública y la privada. Que los primeros estuvieran más abiertos a los segundos y que éstos apostaran de forma más decidida por la cultura.
(T) El cine está siendo maltratado por el Ayuntamiento de Zaragoza. Las partidas económicas son insuficientes, pero más allá de eso las propuestas concretas son desalentadoras. Se ha dejado de celebrar Cinefrancia en 2007, y el anunciado gran Festival Internacional de Cine de la ciudad parece que es sólo un cambio de denominación del Festival Nacional de Jóvenes Realizadores. La idea de aglutinar en ése el resto de festivales y muestras ya era nefasta; la solución final, ridícula.
– Finalmente parece que Cinefrancia será una realidad. ¿Es importante que Zaragoza Cultural apueste por este festival?
(A) No está tan claro que esto vaya a ser así. ¿Será el Festival que era o se convertirá en otra cosa distinta? Eso está por ver y creo que en el ambiente prevalece el escepticismo. En cualquier caso sí que es importante por muchos motivos. Desde la existencia de Cinespaña en Toulouse, ciudad con la que Zaragoza está hermanada, hasta la posibilidad de ver cine en versión original subtitulada del país que mejor cuida el cine en Europa, pasando porque son vecinos nuestros. La posibilidad de compartir experiencias con su industria y sus creadores hacía de la cita un hecho muy importante.
(T) No se sabe a ciencia cierta, pese a haber sido recientemente aprobada su vuelta, si Cinefrancia volverá a existir. Lo último publicado al respecto es que se reconvertirá en una muestra dentro del Festival. El director del certamen en sus últimas ediciones (Gaizka Urresti) ha manifestado que nadie se ha puesto en contacto con él para retomarlo.
– Pilar Alcober anunció la realización de un festival de gran magnitud en Zaragoza, ¿es más bien una utopía? ¿Zaragoza Cultural podría hacer frente a los gastos del mismo?
(A) En la situación actual no podría realizar ese “gran festival” que se anunció y que aparece como proyecto estrella en el apartado cultural de la nueva legistatura. En la anterior era “Zaragoza, ciudad del cine” y se lo ha tragado las obras de la Expo. La sensación generalizada es que se lanzan propuestas de las que, en el mejor de los casos, no se ha estudiado su viabilidad y, en el peor, ni siquiera existe un proyecto detrás. Se juega con las ilusiones de mucha gente y eso no se tiene en cuenta con tal de conseguir algún voto más o llamar la atención.
(T) No es una utopía, si con eso nos referimos a algo irrealizable. Lo que sí parece es una tomadura de pelo, puesto que los contactos entre los responsables de Zaragoza Cultural y José Luis Anchelergues (director del Festival de Jóvenes Realizadores) han dado como resultado que el gran Festival anunciado será la continuación del existente, con cambio de orientación y denominación. De todos modos, la propuesta de aglutinar los festivales y muestras de la ciudad (heterogéneos y eficaces) en uno sólo, ya era delirante. Si se pretendía (ya vemos en qué ha quedado) que Zaragoza tuviese un Festival de Cine importante, éste debería ser otro, añadido a los eventos que ya hay, y centrado en una temática concreta, original y diferenciadora.
– En líneas generales ¿qué debería hacer Zaragoza Cultural en cuanto a cine se refiere?
(A) Insisto en lo que ya he dicho: cuidar lo que tiene. Tomarse en serio las propuestas y apoyarlas con todas las consecuencias, trabajando por establecer proyectos realistas y contando con la gente válida y preparada que hay para ello. Todo ello al margen de las directrices de partido. Si un proyecto es bueno y funciona da igual con quien haya surgido. Del mismo modo, si se recaban apoyos desde lo privado o éste quieren entrar, allanar el camino de cara a colaboraciones fructíferas para todos.
(T) Las palabras de la anterior responsable de cultura en el Ayuntamiento de Zaragoza, Rosa Borraz, cuando accedió a su cargo, fueron muy optimistas al respecto: se iba a dar la importancia merecida al audiovisual en la ciudad. Paralelamente, se anunció por parte de las autoridades regionales la creación de un Instituto Aragonés del Audiovisual, que se fue posponiendo hasta desaparecer toda referencia. Tampoco se vio ningún avance municipal al respecto. La actual situación de quiebra de la Sociedad Municipal Zaragoza Cultural no hace prever noticias halagüeñas. Lo que debería hacerse es potenciar el entramado de gestiones dispersas preexistentes, por parte de organizadores de eventos individuales y asociaciones; patrocinar, apoyar y publicitar las iniciativas de otras entidades (Universidad, Cineclub, Tertulia, Centros Comerciales) y darle contenido a la Zaragoza Film Commission, como primeras medidas. Recuperar Cinefrancia en toda su extensión, reforzando los contactos con Cinespaña de Toulouse (convirtiéndolo en un Festival de ida y vuelta, interpirenaico). Reflotar la Filmoteca en sus dos departamentos (exhibición: que deje de competir con el resto de promotores culturales de la ciudad; archivo: que abra sus oscuras estanterías -más de 3.000 películas- a la web y a todos los ciudadanos). Apoyar al semillero de creadores amateur de la ciudad. Comprar el edificio del antiguo Cine Goya como sala de celebración de todas las muestras y festivales de cine de la ciudad. Y hacer la labor olvidada -y obligada- de promoción de la cultura que toda corporación municipal debería exigirse, entre otras cosas colaborando con los exhibidores comerciales para que los filmes minoritarios se estrenen en la ciudad, con opción a ser visionados en versión original.
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