La Teoría Tausiet
La Teoría Tausiet (también expresada como Tau-7 o τζ por sus símbolos griegos) es la desarrollada en 2020 por Antonio Tausiet (Zaragoza, España, 1967) para dar explicación a los fenómenos subatómicos estudiados por la física cuántica que escapan a la comprensión racional. Constituye un nuevo hito en la historia de la ciencia, tras la importante detección del bosón de Higgs en 2012 y de las ondas gravitacionales en 2014 y 2016.
El comportamiento de las partículas
subatómicas responde a unas leyes
distintas a las de la física clásica, que estudia el proceder de los
objetos a escala humana. Así, Einstein instituyó que nada puede ir más rápido
que la luz, y que el tiempo es relativo y varía según distintos parámetros.
Cuando los científicos estudian
los átomos y su interior, se encuentran con sucesos aparentemente ilógicos: las
partículas se pueden encontrar a la vez en dos lugares distintos (superposición
cuántica), y además, si están entrelazadas, no importa la distancia a la que se
encuentren para que, si una cambia su estado, la otra lo haga también (entrelazamiento
cuántico). De hecho, esto ya tiene aplicaciones, como por ejemplo los ordenadores
cuánticos, rapidísimos.
Rapidez: esa es la clave de la
Teoría Tausiet, una Teoría del
Todo que predice que la velocidad de la luz se supera a escalas subatómicas. Es decir, que las partículas se mueven tan deprisa que nos parece que
efectúan sus cambios de modo instantáneo. Esto sirve tanto para la superposición
como para el entrelazamiento.
Del mismo modo que, a escala humana, consideramos al Universo una extensión infinita, cuando ya sabemos que su anchura es de 93.000 millones de años luz, podemos hacernos una idea racional de la aparente velocidad infinita de las partículas.
Todos los intentos anteriores de
unificar la física han fracasado, como la Teoría de Cuerdas, que
afirmaba que las partículas subatómicas no eran puntos sino filamentos, para
explicar así que pudieran ser a la vez ondas. Si aplicamos la Teoría Tausiet,
no necesitamos cuerdas: cuando las partículas se mueven muy rápido, dibujan ondas,
es decir, transportan energía sin que haya un transporte aparente de materia,
debido a la alta velocidad del proceso.
La primera alusión a la Teoría
Tausiet apareció en un artículo
crítico de diciembre de 2020, donde su autor afirmaba: “en el mundo subatómico las cosas
transcurren con su normalidad ultrarrápida”. En febrero de 2021, la
agencia Europa Press difundió la noticia Un
límite de velocidad también se aplica en el mundo cuántico, de título engañoso,
por cuanto la investigación a la que se refiere sólo confirma la de los soviéticos
Mandelstam y Tamm en 1945: la velocidad cuántica depende de la energía.
Otra aparente refutación de la
Teoría Tausiet se daría en los estudios para establecer el límite de velocidad
en la computación cuántica. Pero sus
conclusiones sólo se refieren a la rapidez con la que podrán operar los
ordenadores cuánticos, limitados a la velocidad de la luz, ya que estos
artefactos responden a la física clásica.
Cuando las conclusiones de
Tausiet se vean confirmadas por las
matemáticas, campo al que son susceptibles de trasladar todos los
fenómenos, la humanidad contará con las fórmulas definitivas que expliquen
íntegramente la realidad. Mientras, es necesario continuar con la divulgación
de lo ya conocido, para evitar las consabidas desviaciones mitológicas del
saber. El comportamiento
depende del conocimiento, y los avances científicos, tanto tecnológicos
como biológicos,
facilitan el deseado progreso.
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