Gobierno de España 2018-2019
Tras una moción de censura, el PSOE accede al poder en
España en junio de 2018 y realiza actos de corte izquierdista, la mayoría de
los cuales consiste en revocar leyes injustas del Partido Popular. La corta
duración de ese gobierno, hasta abril de 2019, supone un leve desahogo entre
férreos períodos conservadores.
- Consejo de ministros formado por una mayoría de mujeres,
en un gesto feminista.
- Se eliminan la biblia y el crucifijo en la toma de
posesión.
- Se crea un ministerio de Transición Ecológica para regular
la transición energética a las renovables. Se anuncia la intención de cerrar
las nucleares entre 2023 y 2028.
- Se restaura la sanidad universal.
- Se ofrece asilo a un barco de inmigrantes rechazado por
Italia y Malta. En diciembre vuelve a suceder lo mismo. Sin embargo, en enero
se prohíbe zarpar de Barcelona a un barco humanitario.
- Se cambia en seis días el ministro de Cultura, tras
saberse que defraudó a Hacienda. En septiembre dimite la ministra de Sanidad,
por falsear un máster.
- Se pretende liberalizar las autopistas que caducan en los
próximos años. No obstante, en diciembre se anuncia que seguirán siendo de pago
durante el día.
- Se anuncia la eliminación del copago de medicamentos por
los pensionistas. Se incluye en los presupuestos de 2019, que no se aprueban.
- Se planea sacar el cadáver de Franco del Valle de los
Caídos. Su familia se opone y se eterniza la cosa.
- Se crea la dirección general de Memoria Histórica, que
asume la exhumación de desaparecidos de la Guerra Civil.
- Se pretende tipificar la apología del franquismo e
ilegalizar la fundación Francisco Franco, así como estudiar eliminar el ducado
de Franco. No se realiza.
- Se anuncia una modificación en el Código Penal para
proteger a las mujeres contra la violencia sexual. Está pendiente.
- Se duplica el presupuesto contra la pobreza infantil.
- Se pretende eliminar el carácter académico de la
asignatura de religión. Está pendiente.
- Se anuncia un impuesto a la banca para sufragar las
pensiones. No se realiza.
- Se recupera la reproducción asistida para solteras y
lesbianas.
- Se elimina el impuesto a la energía solar privada.
- Se aumenta el salario mínimo y el sueldo de los
funcionarios.
- Se regula el pago por parte del banco del impuesto de las
hipotecas.
- Se desactiva el artículo 155 de la Constitución y se
propone dialogar con el gobierno de Cataluña y acercar a sus presos políticos. Ambas
cosas suceden en julio de 2018, pero no bastan para que los partidos
independentistas apoyen el presupuesto de 2019.
Las políticas de diálogo con Cataluña y de inmigración
convierten al presidente Pedro Sánchez en un traidor desde el punto de vista de
la derecha, lo que le refuerza como símbolo de la izquierda, incluso contra sus
propios compañeros de partido. El resultado de las elecciones andaluzas, con el
auge de Vox, aconseja no celebrar elecciones generales. Pero la necesidad de obtener el voto de los partidos catalanes
para aprobar los presupuestos generales hace que éstos no salgan adelante,
obligando al gobierno a legislar mediante decretos ley.
Las leyes ordinarias no prosperan, porque PP y Ciudadanos
las prorrogan indefinidamente. Éstos son los casos:
- Ley de eutanasia.
- Ley de estabilidad presupuestaria para evitar que el
senado decida sobre el gasto público.
- Obligación de registrar las horas trabajadas, para evitar
la explotación empresarial.
- Derogación de plazo máximo en enjuiciamiento criminal.
Evitaría la impunidad de corruptos, como el expresidente de Murcia por el PP.
- Despenalización de los piquetes de huelga.
- Derogación parcial de la Ley Mordaza.
- Ley sobre bebés robados.
- Ley de permisos para cuidado de menores.
- Solución habitacional para pobreza energética.
Por otro lado, el propio PSOE prorroga leyes para evitar su
aprobación, como la derogación de la cadena perpetua o la suspensión de la
LOMCE, que quiere reformar sólo parcialmente.
Y esto es todo, amigos.
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