Rafa Maza: no se lo pierdan
Ayer fui y vine y vine y fui. Me pasa últimamente; vermús
toreros, actos culturales, viajes, colegueo. Una de las idas y venidas fue al
Teatro de las Esquinas de Zaragoza. Cogí el autobús equivocado pero no me dejó muy
lejos. José Ángel Delgado, director y productor de cine, me había invitado a
ver un espectáculo: Fabiolo Connection, del que yo no sabía o no recordaba
nada. Ir hasta allí era una buena excusa para ver a José Ángel y ponernos al
día de nuestras vicisitudes personales.
Resultó que disfruté de lo lindo de la actuación. El actor
oscense Rafa Maza, al que no había visto antes en mi vida, o no lo recordaba,
es un genio del humorismo. Vais a llamarme exagerado. Intentaré razonar ese
aserto.
Fabiolo es un personaje creado por Rafa: la sublimación del
pijo. Por supuesto, de entrada esa creación echa para atrás, repele, asquea. Y,
en principio por desgracia, es la espina dorsal de la puesta en escena. Una
sencilla búsqueda en Google les dará a ustedes las claves de la trama
humorística, pero valga apuntar nada más que, en la mejor tradición de los
cómicos patrios, Rafa Maza despliega su arte representando innumerables
personajes, y todos con tino.
Es capaz de imitar hilarantemente cualquier idioma, cantar
cualquier estilo, ponerse en la piel de cualquier famoso, sacarse tipos humanos
de la manga de factura propia, pertrechar malabarismos, crear ambientes únicos
a partir de elementos sencillos, contar chistes, reflexionar sobre la sociedad
actual, interactuar con el público, bailar, y todo ello sin caer en lo chusco
ni en lo pedante: un equilibrio que pocos consiguen.
Como decía, Fabiolo es un pijo despreciable, sí. Pero sirve
de anaquel del que van surgiendo los ingeniosos hallazgos que llenan la
representación. La muy contada anécdota acerca de Lola Flores, a la que un
anuncio presentaba diciendo: “No canta. No baila. No se la pierdan” me sirve
para parafrasearlo. “No me gusta Fabiolo. No se lo pierdan”.
Tuve el privilegio de cenar con Rafa tras la función. Además
de con José Ángel, compartimos mesa con Alfonso Desentre, reciente Premio Simón
del Cine Aragonés a mejor actor e inigualable compañero de cigarrillos. Rafa
nos inquiría acerca de pormenores de su show. Y nos ilustró respecto a cómo
había ido evolucionando, qué novedades introdujo anoche, su propia percepción
de la respuesta del público, su momento profesional, con colaboraciones en
televisión y cine, su ilusión respecto al futuro. De doble formación, actoral y
humanística, se desveló como un tipo ávido de conocimientos, el mejor perfil
para quien muestra en su profesión tantas facetas del ser humano.
Llovía a la salida. Y bien que llovía. Nos cobijamos en una
marquesina y José Ángel le dijo a Rafa que yo escribía, así que el humorista me
pidió que lo hiciese sobre él. Alfonso llamó a un taxi que nos llevó de tour
por toda la ciudad, dejándonos a cada uno en su barrio. Rafa nos animó a
repetir reuniones como ésa. Yo, al fin y al cabo un infiltrado, me quedé
satisfecho de poder compartir una velada con tanto arte junto, y aquí estoy
cumpliendo mi promesa. Qué menos.
Muy bueno.
ResponderEliminar¡Gracias, Unknown!
Eliminarpues sí.
EliminarLa proxima vez intentaré no perdérmelo.
ResponderEliminarFenomenal, abrazo.
EliminarConocí a Rafa en Florencia y cómo nos hizo disfrutar!!! Tuvimos el privilegio de conocer al cómico y sobre todo a la persona, q buena gente es!! Me ha encantado cómo lo ha definido...
ResponderEliminarpues sí.
ResponderEliminar