Doce de John Huston de tres en tres



Como tantos otros directores relevantes del cine del siglo XX, John Huston (1906-1987) firmó cuatro decenas de películas, dando como resultado una filmografía irregular. Vamos a repasar doce hitos de su carrera, agrupados de tres en tres. Todos ellos son adaptaciones literarias plagadas de personajes perdedores.

Las primeras grandes películas de John Huston conforman su excelente trilogía de los años cuarenta protagonizada por Humphrey Bogart:

1941 El halcón maltés
El detective Sam Spade (Bogart) investiga y resuelve el caso de una mítica estatuilla, fabricada con el material con que están hechos los sueños. Cine negro. Ingeniosa.

1948 El tesoro de Sierra Madre
Tres pobretones van juntos a buscar oro en las montañas de México. Bogart encarna al más antipático. Aventuras. Entretenida.

1948 Cayo Largo
Bogart acude al hotel costero del padre de un soldado muerto del que fue jefe. Allí se han atrincherado unos gánsteres. La viuda es nada menos que Lauren Bacall. Se desata un huracán. Cine negro. Asfixiante.

Pero el realizador no se conformó y continuó su carrera la década siguiente con otras tres importantes películas:

1950 La jungla de asfalto
Un robo de joyas por parte de un grupo de maleantes y un panegírico de la policía. Protagoniza Sterling Hayden, que seis años después hará otro Atraco perfecto de la mano de Kubrick. Aparición fugaz de una rutilante Marilyn. Cine negro. Descarnada.

1951 La reina de África
Un obrero canadiense y la hermana de un misionero viajan en una barcaza a lo largo de un río africano, en el marco de la I Guerra Mundial. El preámbulo de su rodaje se narra en Cazador blanco, corazón negro (1990). Aventuras. Amena.

1956 Moby Dick
La mítica obsesión del capitán Ahab (Gregory Peck) por cazar a la ballena blanca gigante. Una mezcla de aventuras y disección del alma atormentada. Drama. Intensa.

Ya en los sesenta, la calidad va bajando, pero aún mantiene cierto pulso en tres dramones:

1961 Vidas rebeldes
Amarga historia en blanco y negro sobre tres vaqueros que pretenden a una bella muchacha, interpretada por Marilyn Monroe en su último papel. Drama. Crepuscular.

1964 La noche de la iguana
Un pastor protestante es acosado por adolescentes y demonios interiores, pero tiene una amiga en México, dueña de un hotel. Allí se encuentra con otra mujer. Drama. Pedante.

1967 Reflejos en un ojo dorado
Un grupo de personas desquiciadas viven en un cuartel con caballos. Entre ellos, un comandante reprimido (Marlon Brando) y su esposa (Liz Taylor). Drama. Aburrida.

Y en los setenta y ochenta, hasta su muerte, conserva el prestigio con estas tres últimas películas seleccionadas, muy distintas entre sí:

1975 El hombre que pudo reinar
Dos vividores incurren en el Asia central, hasta que uno de ellos consigue hacerse coronar rey de un territorio. Última película afamada de aventuras al viejo estilo. Amena.

1985 El honor de los Prizzi
Una familia de mafiosos y sus líos criminales y de faldas. El argumento contiene bastantes dosis de ironía, aunque resulta un poco rancia. Parodia. Pasable.

1987 Dublineses
Unos miembros de la alta sociedad se reúnen a cenar. Así los vemos durante una hora. Los quince minutos finales se rematan con un bello monólogo sobre la muerte. Drama. Testamentaria.

Tras la revisión de estas doce obras, las más prestigiosas del director, se llega a la conclusión de que, a buen seguro, como dijo Orson Welles, su vida fue más interesante que su carrera. Sin quitar su gran mérito a las grandes aportaciones que ofreció las primeras dos décadas de trabajo.

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