Diez películas Disney de Robert Stevenson
Robert Stevenson (1905-1986) fue un director de cine
británico que trabajó en los Estados Unidos desde 1939, donde estrenó Alma rebelde, valorada versión de Jane Eyre de 1943, con Orson Welles de
protagonista e influyendo en su factura. Acabó recalando en la compañía Disney,
para la que realizó 19 largometrajes entre 1957 y 1976.
Las películas de la marca Disney de imagen real son
reconocidas más por el sello inconfundible de su productora que por sus
directores. Sin embargo, Stevenson merece un capítulo propio, al menos por el
gran número de obras que firmó para Walt Disney, a cuyo estilo se adaptó como
un guante, tanto cuando éste aún vivía como tras su muerte en 1966.
En 1959 dirigió Secuestrado,
sobre la novela de Robert Louis Stevenson, el célebre escritor británico del
siglo XIX que escribió La isla del tesoro
(con floja película de 1950 también producida por Disney, dirigida por Byron
Haskin) y Doctor Jeckyll y Míster Hyde (llevada
al cine en 1941 a cargo de Victor Fleming). El director y el novelista, pese a
sus nombres casi iguales, no tenían relación.
En julio de 1977, la revista Variety publicó que el total de
ingresos de taquilla de las películas de Disney de Stevenson lo convertía en
"el director de mayor éxito comercial en la historia del cine". Fiel
a los postulados familiares y conservadores de la compañía, entregó al menos
una decena de obras estimables, del género de comedia infantil, que son
reseñadas aquí tras sus visionados.
1961 Un sabio en las nubes ***
El actor Fred MacMurray, que protagonizó seis películas para la Disney entre
1959 y 1973, es un científico despistado que elabora una sustancia antigravedad
llamada flubber. Al aplicarla a los coches como combustible, estos vuelan. No
falta el empresario que quiere lucrarse con ello, Alonzo Hawk, interpretado por
Keenan Wynn. Dado el éxito que alcanzó la película, el propio Stevenson realizó
una segunda parte en 1963, El sabio en
apuros, y tuvo su remake en 1997 con Robin Williams, Flubber y el profesor chiflado. Distraída comedia fantástica.
1962 Los hijos del capitán Grant ***
Adaptación de la novela de Julio Verne, de quien la Disney ya había producido
una versión en 1954, 20.000 leguas de
viaje submarino, dirigida por Richard Fleischer, que supera en calidad a
ésta. Trata sobre las viajeras aventuras en barco de dos niños en busca de su
padre a lo largo del mundo. Les acompaña un alegre personaje llamado Paganel,
interpretado por Maurice Chevalier, que canta temas de los Sherman Brothers,
compositores de decenas de canciones infantiles para Disney y otros.
Interesante.
1964 Mary Poppins ****
Adapta los cuentos de P.L. Travers, con un férreo control de su productor, Walt
Disney, que se empeñó en llevarla a cabo pese a las reticencias de la autora.
Una institutriz mágica (Julie Andrews) cuida de dos niños con la ayuda de un
deshollinador bailarín (Dick Van Dyke). Incluye una estupenda larga secuencia
mezclando imagen real con dibujos animados. También añade un puñado de buenas
canciones de los Sherman Brothers. La confluencia de todos sus ingredientes
ofrece un resultado magnífico, en estado de gracia.
1967 El abuelo está loco **
En 1959, Stevenson ya había dirigido la que fue primera incursión Disney en el
mundo de los duendes irlandeses, Darby
O'Gill y el rey de los duendes. En esta ocasión, un abuelo y dos niños (los
mismos pequeños actores de Mary Poppins) se encargan de salvar a un par de
gnomos de las garras de un feriante y cantan un tema de los Sherman Brothers. Destaca
la delirante escena final en la que un tropel de chicas gnomo deben atrapar al
joven gnomo soltero. Pasable.
1968 Mi amigo el fantasma **
El famoso corsario Barbanegra ha muerto hace 200 años, pero su fantasma sigue
vagando por un conjuro de su décima esposa, que era bruja. El entrenador de
atletismo de un instituto lo devuelve a la actualidad y juntos ayudan a unas
viejecitas. Cierta vuelta a la temática pirata por parte de la Disney, 18 años
después de La isla del tesoro.
Protagoniza Peter Ustinov, lo cual aporta un cierto punto de interés. Por lo
demás, poco que rascar. Intrascendente.
1968 Ahí va ese bólido **
Un coche con voluntad propia llamado Herbie protagoniza esta comedia de
carreras, versión infantil de otras producciones precedentes como La carrera del siglo (1965). El villano
está encarnado por el recordado actor británico David Tomlinson, que actuó de
padre en Mary Poppins y será el
ilusionista de La bruja novata. Pese
a su carácter de entretenimiento trivial, fue la primera de una lista de cuatro
películas protagonizadas por Herbie hasta 1980, además de una serie de 1982 y
dos remakes, de 1997 y 2005. Increíble.
1971 La bruja novata ****
En un intento de repetir la fórmula de éxito de Mary Poppins, se adapta la obra de Mary Norton que había sido
aparcada como opción B si la anterior no prosperaba. Protagoniza Angela
Lansbury como simpática bruja que aprende por correspondencia y debe acoger a
dos niños en su casa a causa de la Segunda Guerra Mundial. La secuencia con
mezcla de animación e imagen real es la más memorable, y también incluye
canciones de los Sherman Brothers. Si bien no llega a la excelencia de su
modelo, resulta divertida y muy entretenida.
1974 Herbie, un volante loco ***
El villano Alonzo Hawk, interpretado por Keenan Wynn, que ya había aparecido en
Un sabio en las nubes y Un sabio en apuros, es empresario de la
construcción. Pretende derribar la bella y decimonónica estación de bomberos de
San Francisco reconvertida en taller y vivienda, donde ya vimos en la película
de 1968 que residían los amigos de Herbie. En este caso son una anciana y una
joven, interpretada por Stefanie Powers. Sin carreras de coches interminables, secuela
mucho más divertida que su predecesora.
1974 La isla del fin del mundo ***
Película en el más puro estilo de los clásicos literarios de aventuras de Julio
Verne, pero basada en una novela de Donald G. Payne de 1961. Un aristócrata
británico viaja en 1907 en un dirigible en busca de su hijo perdido, llegando a
una aldea vikinga conservada intacta con sus habitantes durante siete siglos en
el ártico. La banda sonora está a cargo de Maurice Jarre. Supera en calidad a
otras producciones similares, como La
isla misteriosa (1961). Ha sido calificada como la última gran película
fantástica de la Disney. Buena.
1976 Un candidato muy peludo **
Última película realizada por Stevenson, secuela de la producción Disney El extraño caso de Wilby (Charles
Barton, 1959), sobre un niño que se transforma en perro por el hechizo de un antiguo
anillo. En esta ocasión, el anillo es robado y la lectura de su inscripción
vuelve a transformar a Wilby, ya adulto y en plena campaña para ser elegido
fiscal del distrito. El villano vuelve a ser encarnado por Keenan Wynn, esta
vez como político corrupto. Una producción sin ningún interés, que cierra la
filmografía de Stevenson con el listón muy bajo.
El repaso de la filmografía seleccionada de este director es
un ejercicio de ordenamiento mental de aquel mundo cinematográfico mágico de la
infancia. Las películas más memorables de Disney han sido siempre las de
animación, mientras que las de actores reales han engrosado el cine de segunda
fila en la mayor parte de las ocasiones. Hay que reconocer, sin embargo, que de
las cuatro o cinco que les salieron mejor, al menos tres las dirigió este hombre.
Ver también:
Walt
Disney. 68 años de largometrajes de animación tradicional (1937-2004)
El
capitán Nemo: tres películas
Interesantísimo. ¡Gracias por esta guía y viva Mary Poppins!
ResponderEliminarDe nada, ¡viva!
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