Caminar, como último refugio
En la ciudad de Zaragoza todavía hay cosas curiosas por descubrir. Yo lo hago regularmente gracias a los Peripaseos que realizo con mi amigo José María Ballestín, que él luego se encarga de narrar e ilustrar en la web que enlazo.
El otro día estuvimos caminando incansables: primero me hizo ver el Escorredero de la Media Legua, una antigua acequia de San José que baja escaleras con donaire. Nace en la Almenara de San Antonio de Padua, en el Canal Imperial de Aragón, y llega hasta el río Ebro.
Luego nos fuimos a descubrir la segunda fase del Corredor Verde Oliver-Vadefierro, que ya une estos dos barrios pasando por el de Miralbueno. Sustituye, caminando, el antiguo tramo urbano del ferrocarril de Caminreal. Pero no todo: cuando muere junto a la Cooperativa de Autotaxis, en Casablanca, se puede seguir la pista de la antigua vía hasta llegar a Valdespartera, nada menos.
Para mí cada paseo de este tipo es una experiencia divertida y enriquecedora.
Todo esto viene a cuento porque mis admirados José Luis Trasobares y Enrique Vila-Matas han escrito artículos impagables recientes sobre el paseo como último reducto del que se niega al consumo masivo, irracional, desbocado, colectivo, envenenado y dirigido que se ha impuesto ya en todo Occcidente. Los centros comerciales han ganado, pero aún quedan, como siempre, "los locos que el mundo no traga".
José Luis Trasobares: Urbanismo, comercio y sus resultantes (5-11-2012):
Los enormes barrios dormitorio se correlacionan con las grandes superficies o los megacentros, capaces de seducir a un vecindario acostumbrado a manejarse en coche y que no tiene en su entorno más inmediato espacios donde convivir ni lugares en los que divertirse.
Enrique Vila-Matas: Los viajes andados (13-11-2012):
Chejfec considera que la caminata es casi la única actividad no colonizada por la economía capitalista, que tiende a fragmentar el consumo y crear necesidades a partir de nuevos artículos. Para caminar, dice Chejfec, no se vende en cambio nada especial, y eso que hay todo un mercado alrededor de comer, beber agua, correr, dormir, practicar sexo, leer, etcétera.
De esto los franceses saben mucho: léase a David Le Breton y su ELOGIO DEL CAMINAR (Siruela, 2011)y también al gran Rousseau y sus "Rêveries du promeneur solitaire"...
ResponderEliminarLargo camino hacia la muerte, la vida. Caminar. Camino, de Josemaría Escrivá. Caminante no hay etc.
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