Lizabeth Scott, la otra Bacall

La actriz estadounidense Lizabeth Scott (1922-2015) actuó en 22 películas, entre 1945 y 1972. Su mejor época fueron los seis años entre 1946 y 1951, cuando participó en numerosas producciones de género policíaco. Se le ha llamado “la reina del cine negro”, aunque siempre se le comparó con la imbatible Lauren Bacall, con la que guardaba cierto parecido. Rubia de voz algo ronca y aspecto sensual, fue la protagonista en casi todas sus actuaciones, destacando en el rol de mujer fatal.

Le acompañaron en el reparto actores como Kirk Douglas, Burt Lancaster, Raymond Burr, Charlton Heston, Robert Mitchum y Victor Mature. Más adelante trabajó también con Jerry Lewis, Elvis Presley y Michael Caine. Pero la obra cumbre de su carrera, precisamente, fue junto al esposo de Lauren Bacall, Humphrey Bogart. Estos dos últimos actuaron juntos en cuatro grandes películas: Tener y no tener (1944), El sueño eterno (1946), La senda tenebrosa (1947) y Cayo Largo (1948).

Respecto a los realizadores que dirigieron a Lizabeth Scott, nos encontramos con responsables de filmes valorados, como Lewis Milestone: Sin novedad en el frente (1930), Rebelión a bordo (1962); Byron Haskin: La guerra de los mundos (1953), Cuando ruge la marabunta (1954); John Cromwell: El prisionero de Zenda (1937), Sin remisión (1950); Jacques Tourneur: La mujer pantera (1942), Retorno al pasado (1947); o William Dieterle: Esmeralda, la zíngara (1939), Jennie (1948).

A continuación, una breve descripción de doce películas con “la otra Bacall”.

1946 El extraño amor de Martha Ivers (The Strange Love of Martha Ivers, Lewis Milestone) ***
Cine negro mezclado con dramón. Fue el debut de Kirk Douglas; buena.

1947 Callejón sin salida (Dead Reckoning, John Cromwell) ****
Cine negro en estado puro. Con Humphrey Bogart, magnífica.

1947 La hija del pecado (Desert Fury, Lewis Allen) ***
Melodrama en tecnicolor con toques de cine negro. Con Burt Lancaster, pasable.

Lizabeth Scott apareció en un cameo junto a Burt Lancaster, caracterizados como en La hija del pecado, en la entretenida comedia de variedades El embrujo de la gloria (Variety Girl, George Marshall, 1947).

1947 Al volver a la vida (I Walk Alone, Byron Haskin) ****
Cine negro de amistad traicionada y cantante rubia, con Burt Lancaster y Kirk Douglas, muy buena.

1948 La senda tentadora (Pitfall, André De Toth) ****
Cine negro de adulterio, con Raymond Burr, muy buena.

1949 Demasiado tarde para lágrimas (Too Late for Tears, Byron Haskin) ****
Cine negro de rubia ambiciosa, muy buena.

1949 Vida fácil (Easy Living, Jacques Tourneur) **
Drama de rugby, con papel de tonta para Scott. Con un sufridor Victor Mature, floja.

1950 Amargo desquite (Paid in Full, William Dieterle) **
Melodrama, o mejor, fantochada exánime con moralina. Excepto Scott, mala.

1950 Ciudad en sombras (Dark City, William Dieterle) ***
Cine negro con cantante sufridora. Fue el debut de Charlton Heston; pasable.

1951 Prisionera de su pasado (The Company She Keeps, John Cromwell) ***
Drama sobre una funcionaria bondadosa. Entretenida, sin más.

1951 El hijo perdido (Two of a Kind, Henry Levin) ***
Mezcla de cine negro y comedia de enredo, con rubia ambiciosa. Buena.

1951 El soborno (The Racket, John Cromwell) ***
Cine negro con cantante rubia que aparece poco. Con Robert Mitchum; sosilla.

En general es todo un placer revisar estas viejas películas, que siempre aportan momentos de admiración, ya sea por sus giros de guion, su fotografía, sus actuaciones o, como en el caso de la selección que nos ocupa, por sus bellas actrices. Lizabeth Scott no fue la mejor ni la más guapa, pero merece la pena descubrir su eficaz forma de desenvolverse ante la cámara, su atractivo, su sonrisa magnética, su voz de terciopelo ajado y su elegancia natural.

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