Obituarios anticipados (2). Boadella

El dramaturgo Albert Boadella nació en Barcelona en 1943; la misma ciudad y el mismo año que alumbraron a su personaje antagónico, Joan Manuel Serrat. Su apellido se podría traducir por bocinilla, diminutivo de bocina o parte superior de un horno. En 1962 fundó la compañía de teatro Els Joglars, que se caracterizó por sus invectivas contra la Iglesia católica y el ejército español, ejerciendo de efectiva bocina del antifranquismo.

Cuando su obra Teledeum (1983) llegó al Teatro Principal de Zaragoza, me fascinó por su desenfadada crítica de las religiones, pero también por su perfección en la puesta en escena. No soy amigo de esperar en fila, pero esa representación y las que le siguieron fueron casi el único motivo por el que lo he hecho en mi vida, para conseguir entradas.

Así fue sucediendo con sus siguientes montajes, que yo contemplaba atónito y encantado en ese mismo escenario, año tras año, hasta ya entrado del siglo XXI. Albert Boadella era uno de mis ídolos y disfrutaba con la maravilla del que, para mí, era el mejor grupo de teatro.

Además, Boadella había participado en el genial programa de televisión La última cena del 88, conducido por el impagable Gurruchaga. Y en 1989 dirigió la inteligente serie de humor Ya semos europeos, emitida en la Segunda Cadena de TVE.

De repente, Boadella se pasó al lado oscuro. O quizás no tan de repente, porque en 1998 ejerció de entrenador del militarista Josep Borrell para mejorar sus discursos en el Congreso. Sea como fuere, en 2007 se integró en Ciudadanos y se despidió de Cataluña, y al año siguiente fue nombrado director de los Teatros del Canal, organismo dependiente de la Comunidad de Madrid, presidida por Esperanza Aguirre. En ese cargo permaneció hasta 2016.

Mientras, en 2012 había abandonado Els Joglars, 50 años después de fundarlo. Una de sus últimas actuaciones estelares fue ser presentado en 2018 como presidente en el exilio de Tabarnia, un proyecto satírico del movimiento anti independentista conservador catalán.

Del mismo modo que Boadella se ha deslizado por el sumidero de la derecha rancia, echando a perder un pasado brillante como dramaturgo progresista, su obra teatral ha ido perdiendo fuelle hasta llegar a las más altas cimas de la miseria. En 2023 estrenó una obra revindicando la zarzuela.

El sepelio se celebrará en el Valle de los Caídos, aprovechando el hueco dejado allí por la exhumación de los restos de Franco en 2019. Los oficios religiosos correrán a cargo de la Cofradía de la Reconversión Santísima y de la Virgen de los Trayectos en Caída Libre y de Todos los Santos Apócrifos. Amenizará la velada una fanfarria berlanguiana que pondrá la banda sonora a la última bufonada del catalán, evocando todo lo que representó en sus horas felices.

(Caricatura: Loredano)

Antonio Tausiet. Zaragoza, 26 de marzo de 2023.

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