Novela "El artista"



“El artista”. Joaquín Carbonell, 2014.

Francisco Umbral llega a Madrid en 1961, año del rodaje de Viridiana. En sus 25 libros de memorias madrileñas, el escritor narra sus vivencias en la capital. El tomo más relevante es “Trilogía de Madrid” (1984), tanto desde un punto de vista literario como de acumulación de datos, opiniones y vivencias. El cantautor Joaquín Carbonell ha escrito una novela inspirada en la recopilación de ensayos “La España de Viridiana” (2013), con un protagonista que, como Umbral, se instala en la capital en 1961, precisamente para trabajar en la película de Buñuel. Mezclando rasgos autobiográficos (tanto el personaje como el autor son de la provincia de Teruel) con un profuso anecdotario de la época, construye un artefacto cuyos pasajes más apreciables son, paradójicamente, los que rememoran con regusto poético las arideces del Bajo Aragón. 

Otra de las obras consultadas para situar el momento histórico y sus pequeñas claves es el completo estudio “De Bienvenido Mister Marshall a Viridiana. Historia de UNINCI” (2006), de Alicia Salvador, pareja del productor aragonés Eduardo Ducay. De vocación vitalista, Carbonell contagia esa soltura suya para mezclar situaciones dramáticas con chascarrillos, y consigue entretener al lector con las peripecias de Antonio, un sencillo joven de extracción humilde (tan atolondrado como desenvuelto) que se ve rodeado de personajes clave de la agobiante y absurda España de Franco. 

Con un arranque inspirado en “La ciudad de los prodigios” (1986) de Eduardo Mendoza, la trama deriva en dirección opuesta a la del catalán, que hacía triunfar a su Onofre, convirtiéndolo en una especie de Ciudadano Kane barcelonés. Antonio Zaera volverá a su provincia, para vivir de los recuerdos: el Partido Comunista clandestino, los toros, los esbirros del dictador, los actores del cine, las mujeres que lo amaron… 

Hacia el final de su obra, Carbonell lanza un guiño al lector/crítico, cuando el alcalde de Andorra (Teruel) entrega sus poemas al protagonista: “Si son buenos los pondremos en el programa de fiestas. ¡Dime la verdad o te parto la crisma a correazos!”. La respuesta la tiene que dar cada persona que se adentre entre sus páginas. Luis Buñuel, que cuenta con alguna pequeña aparición en el libro, dejó escrito que “En alguna parte, entre el azar y el misterio, se desliza la imaginación, libertad total del hombre”. El desenlace de esta novela parece hacer su pequeño homenaje a la filosofía del genio de Calanda.

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