Mensaje para Bob Dylan

 

Hola, Bob. Te escribo porque he terminado de leer tu último libro, Filosofía de la canción moderna (2022), y me ha gustado. Especialmente el capítulo 56, que casualmente son los años que voy a cumplir en unos meses. Me alegré cuando te dieron el Nobel de Literatura en 2016, hace ya siete años, y escribí un texto corto al respecto: Ingredientes del cóctel Bob Dylan. Ya había leído tu autobiografía de 2004 y también me gustó. Y el libro de recopilación de tus entrevistas publicado en 2014, aunque la primera edición es de 2006.

Todo esto para decirte que soy seguidor tuyo, te he visto en directo cinco veces y he escuchado todas tus canciones, mientras leía sus letras con el libro correspondiente. Además de ese voluminoso tomo con todas tus letras en inglés y español, hay otro no menos grueso, que revisa la historia de cada una de tus composiciones, Bob Dylan. Todas sus canciones (2015) que estoy revisando hace meses.

Ya sé que tienes muchos fans, casi todos bastante mayores. También sé que es muy poco probable que leas esto, porque cuando se busca tu contacto o el de tus representantes en internet no hay demasiados datos, y he optado por poner este mensaje en mi blog y que seas tú el que lo encuentre y lo traduzca. Al fin y al cabo, eres un humano como yo y tienes capacidad suficiente para localizar este texto, e incluso para responderme.

Llegué a ti por el tópico del canon occidental. Igual que llegué a Shakespeare, al que citas en ocasiones. Antes de hacer mi inmersión en tu obra la hice en la suya, más que nada por el tema cronológico. De mis horas de estudio acerca de ambos surgieron dos páginas web. Por un lado, Shakespeare total, y por otro Bob Dylan, disco a disco.

También he publicado otras cosas en internet acerca de ti. Por ejemplo, mi lista de Versiones en español de canciones de Bob Dylan o mi recopilación de vídeos con tus canciones, Bob Dylan’s Travel, acompañada de la versión española de sus textos.

Además de los libros citados, tengo otros muchos sobre ti y he seguido tu carrera minuciosamente desde que comencé a interesarme por tu obra, incluyendo el visionado de las películas al respecto. Así que creo que tengo una idea bastante aproximada de tu personalidad pública, que no es otra que la que glosaba Alex García en 2011: “No necesitamos leer sus crónicas para saber que ya está de vuelta tres veces”, aunque como bien se recuerda en ese mismo texto, dejaste claro en 1997 que “Las canciones son mi religión, ya no tengo otra”.

Volviendo al inicio de mi mensaje, te doy la enhorabuena por tu nuevo libro y constato que esa frase tuya de hace 26 años sigue vigente para ti. Eres un buen creador de personajes, de historias y de ambientes. Y además sabes muy bien qué son las canciones, tu religión. Como dices en tu libro, se trata de “la magia que se da cuando la letra se acopla a la música”. Una magia que has conseguido en muchas ocasiones: por poner otro enlace que no sea mío, aquí va una lista que hizo en 2022 Allison Rapp, La mejor canción de cada álbum de Bob Dylan, donde se pueden también escuchar.

Bueno, no te doy más la tabarra, que hoy cumples 82 años y lo estarás celebrando. O no; yo sí, felicidades.

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