A mí me da igual

A mí me da igual, en general, la realidad, e incluso me dan igual las realidades. Me da igual el famoseo, la gastronomía, el turismo, el folclore, el deporte, las galas, el mercado, las monarquías, las noticias efímeras, los escaparates, el arte popular en general.

A mí me da igual el pasado y el futuro, me dan igual los negocios, las ofertas, el spinning, la feria de abril, los libros más vendidos, las pasarelas, los aviones, el mundo del motor, la manicura, las alfombras rojas y los photocalls, los ambiciosos, la fiebre, los modales, el rodeo, la diplomacia, las academias donde todo es correcto y como debe ser.

Prefiero la introversión, el cariño, las emociones, el sexo, el intelecto, la noche, la astronomía, el arte, los regalos, un libro, reír, asuntos peripatéticos, Barcelona, rugidos, titilares, madres, destilerías y humo.

A mí me da igual el puesto en el ránking, me la sudan los resabiados, los puros, las tontas. Encuentro agradable, más bien, el recuerdo de un minuto de cielo, la ilusión de un chasquido de gloria bendita bebiendo cerveza de cuerpo presente, el tecleo de textos buscando un ritmo imposible y el gas que se produce cuando aprietas el concepto hasta exprimirlo entero.

A mí me da igual que me lean o me miren, porque yo soy la única conciencia que conozco al completo. Cuando miro al espejo veo mi reflejo, el de un ser humano que vive al bies.

A mí me da igual si este o si el otro, si aquel ha dicho o aquella ha hecho, lo que sí quiero es galopar sobre el lomo del caballo de la curiosidad para ir arrancándole pelos de sabiduría y acostarme cada noche conociendo un poco más los límites infinitos de mi propia ignorancia.

A mí, os lo juro, me da igual si me dicen que yo. Me da igual si me intentan quebrar con residuos, enfilar con universos paralelos, encasillar con canciones infantiles. Y me da igual si no lo intentan. Despierto cada día con la grata sensación de ser yo mismo, de vivir un día más sin visitar los despachos y sin arrimarme al ascua.

A mí, en fin, me da igual. No me parece ni bien ni mal.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares