El problema de la izquierda identitaria
Uno de los aspectos que más se nos critica a los que
defendemos el Orgullo Woke es el supuesto problema de la izquierda identitaria.
Recordemos que las características del wokismo son las de la nueva izquierda o
izquierda contemporánea, que los fachas ponen en contraposición con las
características de la vieja izquierda o izquierda tradicional, alentando un
enfrentamiento divisorio inexistente que les favorece.
El supuesto problema de la izquierda identitaria es que la
izquierda contemporánea defiende los derechos de las minorías. Una cosa tan
esencial, heredada del igualitarismo, les sirve a los fachas para afirmar, en
su infinita hipocresía, que la izquierda actual ha dejado de lado la
reivindicación de la justicia social, o sea, los derechos de las personas que
ellos desatienden.
La lógica retorcida facha al respecto es la misma que
utilizan contra el feminismo, cuando aseguran que con él se desprotege a los
hombres. Como si defender los derechos culturales, étnicos o sexuales de los
grupos marginados fuese en contra de los derechos culturales, étnicos o
sexuales de los grupos mayoritarios.
Concretando: cuando se legaliza el matrimonio homosexual, no
se prohíbe el matrimonio heterosexual. Simplemente se amplían derechos a las
minorías. Cuando se reivindica la autodeterminación postcolonial de pueblos
respecto a sus metrópolis, no se decreta el fin de las naciones consolidadas.
Simplemente se apoyan las iniciativas democráticas de emancipación.
La crítica facha a la izquierda identitaria supone que al
apoyar a los grupos minoritarios en Occidente se abandona a los ciudadanos varones
blancos heterosexuales. Lo que ellos llaman “la gente común” y que no es más
que el proletariado al que siempre han machacado y al que la izquierda, antigua
y moderna, sigue intentando defender.
El verdadero “problema de la izquierda identitaria” es que
el discurso facha logra calar entre las filas de los izquierdistas. Así,
algunas facciones progresistas creen que al promover los derechos de las
minorías se olvida la economía, la sanidad, la educación, la vivienda y el
resto de grandes bloques de avances de la agenda política. Esa falacia forma
parte de la estrategia de quienes realmente utilizan la política en contra del
pueblo. Los fachas, que de momento van ganando la contienda del relato.
(Artículo tomado de la revista Cabeza Woke. Izquierdismo recalcitrante)
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