Garmonbozia
La garmonbozia, en el universo Twin Peaks, es la crema de maíz. El
maíz es un cereal originario de América, que se prepara de diversas formas. Una
de ellas es esta crema, que también se vende envasada, y que se consume en los
Estados Unidos como guarnición. Los espíritus malignos de la Logia Negra se
alimentan de garmonbozia, que es una metáfora de “dolor y tristeza”.
Esta sustancia, que es muy similar al vómito, con su textura
pastosa de tono amarillento, incrementa en la serie la sensación de rareza y de
repulsión por los personajes negativos. Por otro lado, todos queremos
garmonbozia, porque es algo único, sencillo, comestible, brillante y fácil de
digerir. Lo que no queremos saber es su esencia, el sufrimiento ajeno. La
consumimos sin mirar la etiqueta, sin plantearnos quiénes la han fabricado y
sin aplicarle los estándares más comunes de la producción alimentaria.
El maíz es el cereal más plantado en el mundo. Basta con
hacerlo puré para que la ecuación dañina sea resuelta. Cuanta más garmonbozia
ingerimos, más aumentamos la presencia de aflicción, pesar, angustia, duelo,
congoja, desconsuelo y penalidades en nuestras vidas. O eso nos quieren hacer
creer.
Mientras tanto, los dioses y otros seres en principio benéficos
comen ambrosía, un manjar también pastoso, compuesto de miel y grasa vegetal,
seguramente aceite de oliva virgen. Preparado en forma de copos, como los
cereales del desayuno, fue llamado maná cuando constituyó el alimento de los
israelitas lanzado por Yahvé durante el éxodo por el desierto de Sin, en la
península del Sinaí.
Quizás la garmonbozia es, más que un alimento, una droga.
Pero eso nos haría reconocernos como habitantes del lado oscuro, y no nos acaba
de convencer. Nos creemos buenos. Las drogas sirven para aumentar el placer, no
el dolor. Si tomamos garmonbozia con fines recreativos, se confirma que somos
viles, y que el honor y la gloria es de los otros.
Descartada la condición de estupefaciente de la garmonbozia,
hemos de volver a considerarla una simple comida. El cuerpo de Cristo ha sido
pan hasta que se transubstancia. ¿De qué están hechas las hostias consagradas?
De huesos y carne de Jesús de Nazaret. Pero antes, cuando sólo eran pequeñas
obleas, su componente principal era el trigo, ese humilde cereal originario de Mesopotamia.
Así que hay dos comidas primigenias: la buena, el trigo,
porque se transforma en un dios. La mala, el maíz, porque la consumen los
demonios. El trigo tiene más proteínas y el maíz más almidón. Lo proteico es lo
que cambia de forma para evolucionar. El almidón, como es bien sabido, sirve
para endurecer los cuellos de las camisas. Dureza, severidad, violencia.
Al final todo se reduce a la lucha entre el bien y el mal.
Por un lado, el heroico trigo; por otro, el pérfido maíz. Hostias contra garmonbozia.
Lo sagrado y lo profano. Hay quienes defendemos lo profano, porque se nos
antoja la antítesis del respeto. Somos esa especie de humanos que creemos que
el mantenimiento de lo que hay es una forma de involución. Respetar es acatar:
cumplir con las leyes establecidas. Sin embargo, el bien común se logra
rompiendo con las injusticias, rebelándose.
Lucifer se rebeló contra Yahvé en el mito judeocristiano,
porque consideró que el orden universal estaba mal. El bien es el mal y el mal
es el bien. La inversión no es más que una forma especular de ver la realidad,
y la realidad es simétrica y asimétrica. Así, los demonios son nuestros amigos
y ya no tenemos por qué temer a la ingesta de garmonbozia. El infierno son los
otros.
La garmonbozia es la energía que impulsa un mundo nuevo,
donde Drácula (dragón, demonio) escribe una nueva Biblia con letras de sangre,
donde los protagonistas son los vampiros. Pero la historia que cuenta es la
misma de siempre, como ya quedó demostrado en Stari Poznanici.
Garmonbozia,
garmonbozia,
alimento de maíz,
te devoro y te vomito,
no sé qué haría sin ti.
Nota sobre la imagen:
La ilustración que acompaña a este texto, de autor
desconocido, es un ingenioso montaje que añade un nuevo contenido a las latas
inmortalizadas por Warhol, uno de los más importantes denunciantes del rey desnudo en nuestra sociedad vacía.
La garmonbozia Campbell’s, trocada en rica sopa de la Logia Negra, será el
gazpacho gourmet en la mesa de los poseedores de la verdad del futuro.
Nota sobre el texto:
Este pequeño ensayo es un divertimento misceláneo sin pies
ni cabeza, que aporta una mirada delirante a la historia de la gastronomía
religiosa.
Felicidades
ResponderEliminarGracias
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