La Expo 2008, una destrucción irrecuperable

Publicado el 19 junio, 2008 por Antonio Tausiet


Hace tres años, la capital de Aragón contaba con una fértil huerta en el terreno del meandro de Ranillas, “la más rica y productiva de Zaragoza”. La decisión de celebrar en su lugar una Exposición Internacional ha sido muy positiva para la ciudad, posibilitando la recuperación urbana de las riberas de los ríos y el Canal y hermanando barrios que vivían separados por el Ebro, pero también ha significado la muerte de un ecosistema creado por el hombre: la huerta. 

El moderno impulso pseudo yuppie, artificioso, acrítico y falsamente ecologista ha llevado a celebrar un evento de reyes, arzobispos, embajadores y buenrollismo nuevaolero que se ha erigido como nuevo dios del desarrollo sostenible. El ejemplo más flagrante es el Parque del Agua (marca registrada), oficialmente denominado Luis Buñuel (que solía beber Martinis). Se trata de sumar hectáreas de zonas verdes para la ciudad… donde antes había hectáreas de zonas verdes. 

La neurovisión tipo “parque temático” ha convertido la Mejana de Torre Bergua de Ranillas en la Isla de los Pájaros, y las hileras de ricas borrajas en un Canal de Aguas Bravas, “el único del mundo en zona urbana”. Pero veamos unos pocos datos. La Huerta de Ranillas, situada en la llanura de inundación (visiten el Parque con flotador, por si acaso), ocupaba una extensión de 140 hectáreas. El vigente Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza (aprobado en 2001 con los votos de PP e IU) denomina este entorno “suelo no urbanizable especial de protección del ecosistema natural”, dentro de la categoría de sotos, galachos y riberas fluviales. “La historia de Zaragoza ha estado ligada a la huerta. La agricultura fue uno de los principales sectores productivos de la ciudad” (Conde y Mérida). Los límites de la muralla medieval configuraban el paso de la zona urbanizada a la huerta que rodeaba todo el perímetro habitado. Incluso sobrevivía una huerta en el interior del recinto: la de Santa Engracia. Casualmente, la Exposición Hispano-Francesa de 1908 la hizo desaparecer. 

La Historia se repite, la Historia se repite, la Historia se repite. El valor productivo (despensa de productos frescos); el valor ambiental (oxigenación y paisaje); y el valor cultural (historia, arquitectura) hacían que la conservación de la huerta no fuera una locura de cuatro ecologistas pirados. Pero, como dice un amigo naturalista:

La Expo ya esta aqui y está de más debatir sobre ella. Es cosa de unos meses que el tiempo dé y quite razones sobre las intervenciones en Zaragoza. Todas muy necesarias, pero no todas ejecutadas con el mimo y cuidado que la ciudad y los ciudadanos merecen.

Es evidente que este aspecto negativo de la Expo 2008 no tiene discusión; como tampoco creo que la tengan los aspectos positivos enunciados al principio del texto. Las monedas tienen dos caras, y ésta es una de ellas, la más fea. La reciente manifestación contra la Expo mantiene a día de hoy su cartel en la puerta de la sede del Partido Comunista de Aragón en Zaragoza; al mismo tiempo, la organización federal de Izquierda Unida en nuestra región ha invitado a los miembros del resto del país a visitar la Exposición. Más allá de las divergencias ideológicas, esta aparente contradicción no es más que la evidencia de que las verdades absolutas llevan siglos de vacaciones. Y para terminar, una reflexión de Olga Conde y Mariano Mérida en el librico “Zaragoza. Entorno natural”:

A pesar de la pérdida de espacio agrícola, Zaragoza parte todavía de una situación bastante favorable en comparación con otras ciudades. Las huertas de Juslibol, Monzalbarba y Alfocea constituyen extensas cuñas verdes, todavía productivas, cuya conservación es una importante apuesta de futuro.




Enlaces imprescindibles:

Soitu.es: Expo convierte la huerta más productiva de Zaragoza en moderna apuesta urbana

Ecologistas en Acción: Contra la Expo 2008 en el Meandro de Ranillas

Compleganza: El Ebro y el meandro de Ranillas. Un espacio amenazado junto a la ciudad

Y como actualización, el chiste de Cano que añado en el encabezamiento.
Para el 2014, Exposición Hortofrutícola y Floral sustituyendo la Huerta de las Fuentes (Se renunció en 2011).

ANEXO 1:
Expo La Zaragozana 2008: cerveza y equilibrio insostenible
Publicado el 21 junio, 2008 por Antonio Tausiet


Cuando supe que la Exposición Internacional de Zaragoza 2008 se iba a centrar en el tema del agua, pensé que no podía haber un tema más insípido, inodoro e incoloro. Así que, a la espera de visitar la fábrica de Ducados en Logroño, el otro día pedí hora para entrar en la legendaria factoría de cerveza La Zaragozana, enclavada desde 1900 en el barrio de San José de la ciudad maña.

El bar de la recepción y su mural de Jorge Gay

Se trata de un complejo industrial centenario, que próximamente embotellará su producción en las naves que poseen en el polígono de La Cartuja. La visita incluye un recorrido por las antiguas y nuevas dependencias, explicando pormenorizadamente todo el proceso de fabricación y mostrando viejas reliquias. En la primigenia nave embotelladora se encuentra el pequeño museo, con paneles y máquinas. Es decir, toda una Expo de la Cerveza, con sus pabellones y sus montajes informativos.

Publicidad de la marca y degustación final

Al finalizar el paseo, se ofrece al visitante un tentempié acompañado de la degustación de todos los tipos de cerveza que fabrica la marca. Según la rapidez con que se degluta el preciado líquido, la salida al exterior puede producirse en distintos grados de equilibrio insostenible. Unos berberechos frescos en el también mítico bar Scualo de las inmediaciones sirven para asentar un poco el estómago y las neuronas. Que aproveche.

ANEXO 2:
Tausiet en la Expo 2008
Publicado el 30 junio, 2008 por Antonio Tausiet

Un título que se refiere a nada menos que cinco Tausiet, casi todos los que quedan en el mundo. Acompañados de Sara, hemos estado recorriendo las 25 hectáreas. Menos mal que 2008 coincidió con un año de Exposición Internacional y no Universal: eso la hace ser así de “pequeña”.

Yo ya digo que lo de que se haya hecho una Expo en Zaragoza en el 2008 me parece muy bien para que la ciudad se ponga al día y tal. Pero una colección de pirulos y chiringuitos, llámese museo de la ciencia, Disneylandia, Gran Scala o Fitur, es para mí como una Eurocopa o una misa mayor. O sea, algo que no me interesa.

Claro que, entre tanta chamarilería y explosión de ecologismo falsario, siempre hay algo que puede interesar. A mí me ha gustado la sencillez de las columnas exteriores del Pabellón de España, el espacio de la primera planta y el audiovisual de Saura del pabellón de Aragón, las formas caprichosas del Palacio de Congresos y del Pabellón Puente y la calidad del espectáculo “Hombre vertiente”. A propósito, un caluroso abrazo a los actores, que se estaban haciendo una foto el otro día en el exterior del recinto y unos policías nacionales les dieron una paliza sin comerlo ni beberlo.

Claro que también he recorrido numerosos pabellones de países españoles y extranjeros, un restaurante asqueroso de comida rápida, he guardado las filas al sol obligatorias para recordar que nuestra vida es un valle de lágrimas… y he visto disfrutar a los niños del agua, en cuanto se la encontraban en botella, en fuentes o en rociadores.

Hoy no era un día especialmente caluroso pero te achicharrabas; tampoco era un día de afluencia masiva pero las aglomeraciones se repetían. Los visitantes con alma de parque temático tienen el cielo ganado. Ganado, eso parecíamos todos sudando y empujándonos para hacernos la ilusión de que avanzaban las colas.

El problema de la escasez de agua en la Tierra es una imbecilidad, enfocado desde el punto de vista de la Expo de Zaragoza: o sea, el oficial. Una serie de dirigentes convenciéndonos de que nos lavemos los dientes con el grifo cerrado, mientras manejan el dinero de todos a su antojo para invertirlo en sus miserias particulares. Y la cantidad de agua disponible en el planeta, la misma que hace millones de años. Gestión pública miserable, no mal uso de los ciudadanos.

Si a usted le gustan, por ejemplo, Bob Dylan o el Dúo Dinámico, quizás se vea envuelto en esta patraña. O si tiene un familiar que lleva años pidiéndole que le lleve a visitar la Expo. En cualquiera de los demás casos, es mucho mejor tomarse su bebida favorita acodado en la barra de un bar agradable y en buena compañía.

Para terminar: tengan cuidado al utilizar el ascensor que lleva a la pasarela de la Estación Delicias desde el Paseo del Agua. Hoy han tenido que acudir los bomberos para sacar de dentro a unas cuantas personas, entre las cuales había dos cantantes del orfeón Dostiarra… y tres Tausiet. Yo estaba afuera, esperando. Pero los encerrados lo han pasado regular.

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