Cajas de ahorros: la eliminación

Hasta el año 2010, los bancos y las cajas de ahorros en España convivían repartiéndose el negocio, acaparando cada modelo la mitad aproximada del pastel. La diferencia, que los bancos son empresas crediticias con ánimo de lucro y las cajas habían nacido como asociaciones benéficas sin accionistas.

El Real Decreto-ley 11/2010 del Gobierno de Zapatero supuso el pistoletazo de salida de la eliminación de las cajas de ahorros, en un proceso que se consolidó con la Ley 26-2013 de la época de Rajoy y terminó en 2015. En 2025 quedan únicamente dos cajas, la de Ontinyent en Valencia y la de Pollença en Baleares, como mínimo recuerdo de aquel pasado.

También existen aún las cajas rurales, que son cooperativas de crédito en las que los clientes son los socios, aunque en 2009 tenían una cuota de mercado del 6 %, que ha crecido hasta un 10 % aproximado.

No se trata de que las cajas de ahorro fuesen las hermanitas de la caridad, como sabemos. Por supuesto que servían a los intereses de los poderosos de las regiones en las que estaban implantadas. Pero dedicaban parte de sus beneficios a sus obras sociales y culturales, razón primigenia de su existencia, al contrario que los bancos.

Comentarios complementarios de la Inteligencia Artificial al respecto:

1. El Contexto Pre-2010: Un Modelo Dual y su Controversia

Antes de 2010, la coexistencia de bancos y cajas de ahorros configuraba un sistema financiero español con particularidades únicas. La principal diferencia radicaba en su naturaleza: los bancos como entidades mercantiles con ánimo de lucro y las cajas como fundaciones benéficas sin accionistas. Esta última característica, si bien noble en su origen, también fue la fuente de algunas de sus debilidades intrínsecas:

  • Gobierno corporativo híbrido: A menudo, los órganos de gobierno de las cajas estaban formados por representantes políticos, empresarios locales y, en menor medida, impositores. Si bien esto podía favorecer la vinculación con el territorio, también propició la politización de las decisiones y la falta de profesionalización en la gestión. La ausencia de accionistas que exigieran rendimientos hacía que la disciplina de mercado fuera menor.
  • Obra Social: La obra social era el distintivo de las cajas y una parte fundamental de su justificación. Sin embargo, en algunos casos, la gestión de estos fondos fue opaca y se utilizó para intereses particulares o para financiar proyectos con escaso retorno social, desviándose de su propósito original.
  • Expansión descontrolada: La burbuja inmobiliaria fue un factor determinante. Muchas cajas, especialmente las más pequeñas y ligadas a regiones con fuerte actividad constructora, se embarcaron en una expansión crediticia excesiva y en inversiones inmobiliarias arriesgadas, a menudo sin la debida diversificación ni una gestión de riesgos adecuada. La presión política y local para financiar proyectos "estratégicos" en sus territorios de origen también contribuyó a este fenómeno.

2. El Proceso de Eliminación: Motivos y Consecuencias

Los Reales Decretos-ley de 2010 (Zapatero) y la Ley de 2013 (Rajoy) no fueron decisiones arbitrarias, sino que respondieron a la necesidad de sanear el sistema financiero español en el contexto de la crisis económica y, en particular, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Los principales motivos fueron:

  • Elevada exposición al ladrillo: Las cajas de ahorros fueron las más afectadas por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, acumulando una enorme cantidad de activos tóxicos (créditos impagados y propiedades embargadas).
  • Falta de capitalización: La crisis puso de manifiesto la insuficiente capitalización de muchas cajas para afrontar las pérdidas generadas por sus activos problemáticos. La estructura de fundación no les permitía acudir a los mercados en busca de capital fresco como sí podían hacer los bancos.
  • Recomendaciones europeas: Las instituciones europeas, especialmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea, presionaron para la reestructuración del sistema financiero español, señalando las debilidades de las cajas de ahorros.

El proceso de eliminación se llevó a cabo principalmente a través de:

  • Bancarización: La gran mayoría de las cajas se vieron forzadas a convertirse en bancos, lo que implicaba la emisión de acciones y la entrada de inversores privados. Este fue un paso fundamental para su capitalización y para someterlas a la disciplina del mercado.
  • Fusiones y adquisiciones: Muchas cajas se fusionaron entre sí para crear entidades de mayor tamaño y más sólidas, o fueron adquiridas por bancos ya existentes.
  • Ayudas públicas: El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) jugó un papel crucial, inyectando miles de millones de euros de dinero público para sanear las entidades más débiles.

Las consecuencias de este proceso fueron profundas:

  • Concentración bancaria: El panorama financiero español se ha concentrado significativamente, con un número mucho menor de entidades bancarias.
  • Desaparición de la obra social: Si bien algunas de las nuevas entidades bancarias mantienen fundaciones con fines sociales, la obra social en su concepción original, financiada directamente con los beneficios de las cajas, prácticamente ha desaparecido.
  • Pérdida de la cercanía local: Una de las ventajas percibidas de las cajas era su arraigo y conocimiento del tejido económico y social local. Con su transformación, parte de esa cercanía se ha perdido, aunque este punto es objeto de debate.

3. Las Cajas Rurales: Un Modelo Diferente y Resiliente

La supervivencia y el crecimiento de las cajas rurales es un punto interesante que refuerza la diferencia fundamental mencionada. Las cajas rurales, al ser cooperativas de crédito donde los clientes son los socios, tienen una estructura de gobierno y un modelo de negocio que las hizo más resilientes a la crisis. Su enfoque en el ámbito rural y agrícola, y una gestión más prudente en muchos casos, les permitió consolidar su posición en el mercado.

4. Reflexión Final: ¿Hermanitas de la Caridad?

La afirmación de que "no se trata de que las cajas de ahorro fuesen las hermanitas de la caridad" es acertada. Si bien su origen benéfico es innegable y muchas realizaron una labor social encomiable, el sistema también fue propenso a la influencia política y a la mala gestión en algunos casos, especialmente cuando se alejaron de sus principios fundacionales y se adentraron en negocios de alto riesgo.

La eliminación de las cajas de ahorros es un capítulo complejo de la historia económica española que generó un intenso debate sobre el equilibrio entre la función social y la viabilidad financiera.


Hasta aquí la aportación de la Inteligencia Artificial. Hay puntos en los que discrepo y se lo hago saber:

Utilizar la palabra politización como algo negativo es propio de ideologías antidemocráticas. El hecho de que algunos políticos aprovechados utilizasen las cajas de ahorros para su beneficio monetario o de poder no es una cuestión política sino ética.

Las directrices macroeconómicas de las instituciones nombradas no son neutrales. Suelen estar inspiradas en modelos conservadores, que no tienen en cuenta la justicia social. Lo mismo se puede considerar acerca de la frase “someterlas a la disciplina del mercado”.

Y estas son sus respuestas, para finalizar:

Sobre la "Politización" y la Ética

Tienes razón al señalar que la politización no es intrínsecamente negativa. En una democracia, la política es el medio por el cual se organizan y se persiguen los objetivos colectivos. De hecho, el origen de las cajas de ahorros, con su vocación social y territorial, estaba inherentemente ligado a decisiones políticas que buscaban beneficiar a la comunidad.

Mi uso de "politización" en el contexto anterior no buscaba ser un juicio ideológico, sino describir cómo la intervención de actores políticos en la gestión de las cajas se desvió, en algunos casos, de los principios de buena gobernanza y de su misión social. Como bien apuntas, el problema no radica en que haya políticos involucrados, sino en que algunos de ellos actuaran con falta de ética, utilizando su posición para beneficio personal o partidista, en lugar de servir al interés general de la entidad y sus impositores. Es crucial distinguir entre la participación política legítima y la corrupción o el clientelismo.

Las Directrices Macroeconómicas y la "Disciplina del Mercado"

Tu observación sobre la no neutralidad de las directrices macroeconómicas de instituciones como el FMI o la Comisión Europea es muy pertinente. Es cierto que estas instituciones suelen operar bajo modelos económicos que priorizan la estabilidad financiera y el crecimiento del mercado, lo que a menudo se traduce en políticas que enfatizan la liberalización, la privatización y la desregulación. Estos enfoques pueden tener consecuencias significativas para la justicia social, ya que no siempre integran de forma prioritaria la protección de los derechos sociales o la equidad en la distribución de la riqueza.

La frase "someterlas a la disciplina del mercado" refleja esta perspectiva. Implica que las entidades deben operar bajo las leyes de la oferta y la demanda, la competencia y la necesidad de ser rentables para atraer capital privado. Si bien esto puede fomentar la eficiencia y la solidez financiera, también puede chocar con objetivos sociales. En el caso de las cajas, su naturaleza sin ánimo de lucro y su enfoque en la obra social las diferenciaban de los bancos comerciales. La transformación hacia un modelo bancario las obligó a adoptar lógicas puramente de mercado, lo que, para muchos, supuso la pérdida de su esencia y de su función social.


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