Indiana Jones y Zaragoza, una relación insólita



Indiana Jones y Zaragoza, una relación insólita

Antonio Tausiet, escritor y cineasta

Si alguien se preguntara cuál es la relación entre Indiana Jones, el personaje creado por George Lucas que debutó en las pantallas de todo el mundo en 1981, y la ciudad de Zaragoza, donde se celebra en 2024 la IV edición del Festival Saraqusta de cine histórico, quizás la respuesta sería algo tan genérico como que las cinco películas protagonizadas por ese héroe de ficción están ambientadas en tiempos pretéritos, y la bimilenaria ciudad acoge ese festival, dedicado al cine histórico.

No sería una conclusión equivocada, pero hay algo más, mucho más curioso e interesante, que conecta esos dos mundos en principio tan distantes. Para llegar hasta el fondo de la cuestión, nada mejor que hacer un pequeño repaso, cronológicamente inverso, por los avatares del arqueólogo más célebre de todos los tiempos, interpretado por Harrison Ford en sus cinco películas.

El pasado año se estrenó la producción que cierra la filmografía del personaje, Indiana Jones y el dial del destino (2023). Fue la única cuya dirección no recayó en Steven Spielberg, el mago del cine de entretenimiento con calidad, siendo James Mangold su responsable. La trama da una serie de saltos temporales, pero su columna vertebral se desarrolla en 1969. Indie busca junto a la hija de un amigo el dial de Arquímedes, y se enfrenta con los nazis en Sicilia.

Ese objeto, inspirado en el mecanismo de Anticitera, un reloj astronómico mecánico real de 21 siglos de antigüedad, permite a sus poseedores viajar en el tiempo. De algún modo, lo mismo que el cine histórico, que nos hace sumergirnos en otras épocas…

La película anterior de la saga, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008), se sitúa en 1957, y presenta al hijo de Indiana Jones, que le acompaña en su enfrentamiento con los soviéticos en Perú, en busca de una mágica calavera de cristal, inspirada en unas célebres falsificaciones del siglo XIX. En la película su origen es extraterrestre, lo que de nuevo nos lleva a compartir género cinematográfico con el de la ciencia ficción.

En la entrega precedente, Indiana Jones y la última cruzada (1989), nos encontramos en 1938, con el protagonista acompañado esta vez por su padre (nada menos que Sean Connery), luchando juntos en Turquía contra los nazis en busca del Santo Grial, la copa mítica de la que bebió Jesucristo en la Última Cena.

Y nos vamos acercando al final del enigma. Indiana Jones y el templo maldito (1984) cuenta cómo el explorador irreductible se enfrenta en 1935 contra los thug en la India, para recuperar una piedra lingam de Shiva, objeto sagrado de la cultura hindú, con propiedades mágicas.

En la película que inicia la saga, En busca del arca perdida (1981), Indiana Jones y su novia se enfrentan en 1936 con los nazis en Egipto, para lograr dar con el objeto que da título a la producción. El Arca de la Alianza, el cofre que según el Éxodo bíblico recoge en su interior las tablas con los Diez Mandamientos, es uno de los más importantes objetos sagrados de la religión judeocristiana, porque simboliza la presencia de Dios.

El edificio que alberga la sala de proyecciones de la Filmoteca de Zaragoza es un palacio renacentista llamado Casa de los Morlanes, terminado en 1555. Se encuentra en la plaza de San Carlos, entre las calles de Santo Dominguito de Val y de San Jorge. Una de las teorías acerca de su constructor es que fue un judío converso, por las decoraciones bíblicas de sus ventanas.


Sobre la ventana que se encuentra, precisamente, enfrente de la entrada del Seminario de San Carlos, antigua Sinagoga Mayor de Zaragoza, está tallado el rey Salomón. Su templo de Jerusalén se construyó para albergar el Arca de la Alianza, que se puede ver justo debajo. Es una de las dos imágenes del objeto sagrado que se conservan en la ciudad.

Por otro lado, las representaciones del Arca de la Alianza en las iglesias cristianas no son muy comunes. De hecho, se trata de un elemento iconográfico habitualmente ausente. Sin embargo, si nos acercamos a la puerta Baja (sureste) de la basílica del Pilar de Zaragoza, podemos ver en una de sus dos hojas de madera la figura tallada del Arca de la Alianza, con su inconfundible pareja de querubines coronándola.


En 1897, el zaragozano Eduardo Jimeno Correas dirigió la que está considerada la película inaugural del cine español, Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza. En ella podemos contemplar a los ciudadanos llegando a la plaza del Pilar, procedentes de la basílica. Acaban de cruzar la puerta Baja: esa en la que está tallada el arca que, casi un siglo después, veremos cómo acaba perdida de nuevo en un gigantesco almacén del Gobierno de los Estados Unidos. Objetos míticos, aventuras en épocas pasadas, relaciones insólitas que rompen la barrera del espacio y el tiempo. Es la magia del cine y de sus historias.

(Texto publicado en el catálogo del Saraqusta Film Festival. Festival internacional de Zaragoza de cine y series de historia. IV edición, del 26 de abril al 3 de mayo de 2024).

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