Obituarios anticipados (4). Savater
Savater escribió también, en 1995, un Diccionario filosófico que repasé varias veces por su interés y
amenidad. Me gustaba mucho su carácter a la vez docto y desenfadado, y sobre
todo me interesó su visión atea de la naturaleza. Aprendí a distinguir entre el
indispensable cuidado del medio ambiente y la religión del ecologismo
integrista, que considera la naturaleza como algo benigno, pensante, sintiente
y con personalidad propia, como un dios verdadero.
Como divulgador colaboró en numerosos medios (Triunfo,
Informaciones…), destacando sus artículos en El País, periódico en el que
colaboró desde su nacimiento. Ideológicamente pasó del movimiento libertario a
la socialdemocracia, como tantos otros profesores, políticos, artistas, árbitros,
fontaneros, escritores, arquitectos, médicos, rentistas o porteros de fincas.
Miles de personas han dado ese salto, en su paso de la
juventud a la madurez. Pero sobre todo, ya sea llegados desde el comunismo o provenientes,
como él, del anarquismo (que facilita mucho dicha transición al establecer
sólidos lazos anticomunistas), el resultado final es el mismo: la actual
socialdemocracia europea es ese colchón ideológico donde se puede dormir en paz
el sueño de los reformistas, aceptando anacronismos como la monarquía, y
ocupando todos aquellos puestos que acaban encarrilando las creencias
populares.
La Universidad, por ejemplo, está copada por estos
personajes, y la ideología que la nutre, lamentablemente descafeinada.
Pero la evolución política de Savater fue más allá: pasó de
la socialdemocracia al liberalismo, nutriendo al grupo de intelectuales que
formaron parte o apoyaron a partidos derechistas efímeros, como UPyD o
Ciudadanos. Su obsesión en contra de los nacionalismos periféricos y su
compromiso frente a la violencia de ETA le llevaron a convertirse en un autor
multipremiado por los sectores conservadores, inclinados siempre a extremar su
nacionalismo español.
Así, aunque no llegó nunca a abandonar su encomiable
persecución independiente del buen vivir, acabó integrado, gran paradoja, en
las filas de los enemigos de la justicia social. En sus últimos años llegó a
insultar sin recato a los representantes de la nueva izquierda y sus votantes,
y a considerar a la ultraderecha como “cosa menor”.
Las pompas fúnebres de Savater tendrán lugar en el cuartel
de Intxaurrondo de San Sebastián, célebre lugar de tortura entre 1980 y 1995,
que él mismo denunció en su día. Asistirán Rosa Díez, Pío Moa y Federico
Jiménez Losantos. Oficiará la ceremonia Felipe González, agradecido por las
loas que el finado le regaló.
(Caricatura: Luis Grañena)
Antonio Tausiet. Zaragoza, 30 de marzo de 2023.
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