Filmografía de Carlos Saura
Carlos Saura fue un prestigioso director de cine español, nacido
en Huesca en 1932 y fallecido en Madrid en 2023. Debutó en el largo en 1960 con
Los golfos, la primera de sus dos incursiones
en el luego llamado cine quinqui, que también incluyó Deprisa, deprisa (1981). Luego dirigió el film de época Llanto por un bandido (1964), género al
que volvería varias veces.
Con su tercera película, La
caza (1966) alcanzó la valoración crítica. Fue la primera de las que le
produjo Elías Querejeta, que incluyeron una serie de filmes simbólicos
antifranquistas. El segundo fue Peppermint
frappé (1967) y le siguieron Stress
es tres, tres (1968), La madriguera (1969),
El jardín de las delicias (1970), Ana y los lobos (1973), La prima Angélica (1974), Cría cuervos (1975) y por fin, Elisa, vida mía (1977).
Aún con la producción de Querejeta, realizó Los ojos vendados (1978); Mamá cumple cien años (1979),
continuación de Ana y los lobos; la
citada Deprisa, deprisa; y Dulces horas (1982), que constituyó para
algunos el final de su mejor época. Ese mismo año dirigió después en México Antonieta.
Con la traslación al cine de la danza de Antonio Gades en Bodas de sangre (1981), Carmen (1983) y El amor brujo (1986) configuró su trilogía flamenca, producida por
Emiliano Piedra. Fue el inicio de una larga serie de películas musicales, tanto
de ficción como documentales. Este aspecto de su filmografía se fue completando
con los documentales Sevillanas
(1992), Flamenco (1995), con el que
inició su colaboración con el prestigioso director de fotografía Vittorio
Storaro, el drama Tango (1998) y el
documental Fados (2007). Estos tres
últimos configuraron su trilogía sobre la canción urbana. Antes había filmado dos
películas de danza: el drama Salomé
(2002) y el documental Iberia (2005),
con música de Albéniz.
Con Fernán Gómez escribió Los zancos en 1984, producida por Emiliano Piedra. En 1989 dirigió La noche oscura, sobre san Juan de la
Cruz, producida por Andrés Vicente Gómez, como El Dorado (1988), ¡Ay
Carmela! (1990), el capítulo El Sur,
de la serie de televisión Cuentos de
Borges (1991), Marathon (1993),
documental oficial de Barcelona 92, Goya
en Burdeos (1999), El séptimo día
(2004) y el musical operístico Io, Don
Giovanni (2009).
En 1993 realizó el policíaco ¡Dispara!, en 1996 el drama Taxi,
en 1997 la autobiográfica Pajarico, y
tras el citado y exitoso film sobre Goya, estrenó en 2001 Buñuel y la mesa del rey Salomón.
Los filmes musicales se siguieron sumando. Así, en 2008
dirigió el cortometraje Sinfonía de
Aragón, preludio de su documental Jota
(2016), en 2009 estrenó el citado Io, Don
Giovanni, sobre la creación de la ópera de Mozart, en 2010 el documental Flamenco, Flamenco, en 2015 otro sobre
el folclore argentino, Zonda, y en
2021 realizó el drama con danza mexicana El
rey de todo el mundo.
En 2018 la Fundación Botín le encargó un documental sobre el arquitecto Renzo Piano; en 2021 dirigió los cortos Rosa Rosae. La guerra civil y Goya 3 de mayo. Y en 2022, el documental Las paredes hablan, sobre la historia de la pintura mural, que acabó siendo su última película. Otros proyectos suyos giraban en torno a la India, Felipe II, Bach, Lorca y Picasso. A continuación, hago un repaso cronológico por todos estos filmes, medio centenar, comentados tras su visionado.
1957 La tarde del
domingo **
Mediometraje de 32 minutos en blanco y negro que le valió la graduación en la
Escuela de Cine de Madrid, donde había dirigido algunos cortos de práctica. Con
guion del propio Saura, basado en una novela de Fernando Guillermo de Castro.
Una joven criada trabaja en una familia bien. La tarde del domingo queda con
sus amigas para ir a bailar, pero el chico que le gusta no aparece. La
protagonista se siente muy desgraciada. Dramón sin garra, de inspiración
neorrealista, cuyo único interés es que muestra la España de los cincuenta.
1958 Cuenca ***
Documental de 40 minutos en color sobre la provincia de Cuenca, con narración
de Paco Rabal y encargado por el Ayuntamiento de Cuenca. El texto tiene un
apreciable regusto poético, y las imágenes están filmadas con corrección e
intención artística. Se escuchan tonos del folclore local mientras se narra la
vida campesina, para repasar luego los castillos, la Ciudad Encantada, y por
fin la capital. Su urbanismo y sus festejos dan final a este interesante
documento antropológico. Sin Las Hurdes
(1933) de Buñuel, Cuenca no
existiría.
1960 Los golfos **
Primer largometraje de Saura, producido por Pere Portabella, como su
anterior documental. Un grupo de ladronzuelos decide dar una serie de golpes
para financiar la carrera de torero de uno de ellos. Sin Los olvidados (1950) de Buñuel y Los inútiles (1953) de Fellini, Los
golfos no existiría. El problema es que, pese a sus aspectos interesantes,
como el reflejo crítico y pesimista de la vida miserable y del mundo de la
pequeña hampa y el toreo, la película es algo caótica y bastante pesada.
1964 Llanto por un
bandido ***
Cuenta la historia del bandolero andaluz decimonónico José María el
Tempranillo, interpretado por Paco Rabal. La más recordada curiosidad de esta
producción de José Luis Dibildos es que en la escena inicial Luis Buñuel
interpreta a un verdugo, acompañado de Antonio Buero Vallejo. Introduce el
flamenco, que tanto dará de sí en la filmografía posterior de Saura. Otro aspecto
interesante es que recrea el fresco de Goya Duelo
a garrotazos. Por lo demás, está realizada con corrección e intención
artística.
1966 La caza ****
Tremenda y magnífica primera gran película de Saura. Todos los actores
bordan sus papeles. El guion, firmado junto a Angelino Fons, que también
colaboró en el de las dos películas siguientes, es férreo y primoroso, e
incluye alardes experimentales. La dirección parece de un artista consagrado.
Todo está encajado para producir el agobio necesario, pero con una finura que
no atraganta. Un día de caza de conejos se convierte en una metáfora ardiente
de la guerra y la lucha de clases. Entre las mejores películas del cine
español.
1967 Peppermint frappé
***
Drama claustrofóbico e inquietante sobre el choque entre la España rancia y
la modernidad, a cuyo guion se añade Rafael Azcona, además de Saura y Fons.
Rodada en Cuenca, con Geraldine Chaplin en un doble papel y José Luis López
Vázquez, está dedicada a Buñuel e introduce referencias directas a su cine,
como los tambores o el fetichismo. Un médico reprimido y obsesivo se enamora de
la esposa de su amigo y planea transformar el físico de otra mujer para que se
parezca a ella. Notable ejercicio de terror psicológico y erotismo subterráneo.
1968 Stress es tres, tres
**
Estudio sobre los celos y la posible infidelidad en un trío amoroso, escrito
por Saura y Fons, que resulta plomizo. Teresa (Geraldine Chaplin) y su marido
neurótico (Fernando Cebrián) viajan a la costa de Almería acompañados de su
atractivo amigo (Juan Luis Galiardo), pasando por la buñuelesca casa del pueblo
de la familia. Intenta poner en relación los problemas del sistema social con
los de la pareja, pero se queda en un intento de emular al cine europeo de la
época, como Al final de la escapada (Godard,
1960) o El cuchillo en el agua
(Polanski, 1962).
1969 La madriguera **
Geraldine Chaplin protagoniza por tercera vez una película de su pareja
entre 1967 y 1979, y además participa en el guion junto a Azcona y Saura. Le
acompaña en el reparto el actor sueco Per Oscarsson. Un matrimonio burgués vive
en un chalet en el que ambos dan rienda suelta a sus demonios personales hasta
el paroxismo. La película pretende mezclar algunas constantes de Bergman y
Buñuel, pero resulta truculenta y delirante. Nuevo experimento fallido, por su
pretensión de vanguardismo libre.
1970 El jardín de las
delicias ***
Con guion de Azcona y Saura y protagonismo de López Vázquez, está dedicada
a Geraldine Chaplin, que no comparece, excepto en un cameo. La trama oscila
entre la astracanada, la crítica y lo experimental, como la obra de El Bosco.
Un industrial ha sufrido un accidente que lo ha dejado tocado física y
mentalmente. Su familia se afana en rehabilitarlo mediante representaciones de
su vida para que desvele dónde está guardado su dinero. Interesante e
imperfecta nueva vuelta de tuerca a las constantes del Saura de la época.
1973 Ana y los lobos
****
Con guion de Azcona y Saura e interpretaciones de Geraldine Chaplin, Rafaela
Aparicio y Fernando Fernán Gómez. Una anciana y sus tres hijos maduros (el
franquismo y sus estamentos) viven en una casa donde contratan a Ana como
institutriz. Los tres reprimidos (el severo, el salido y el místico) desean a la
libre y moderna joven. Una gran obra simbólica con geniales escenas de visiones
y reminiscencias de Ordet (Dreyer,
1955), cuyo argumento continúa en Mamá
cumple cien años. Muy interesante.
1974 La prima Angélica
****
En Ana y los lobos, Rafaela
Aparicio nombra a la prima Angélica. Azcona coescribe y un espléndido López
Vázquez protagoniza por tercera vez, con Lina Canalejas. Un hombre regresa a
Segovia, donde rememora episodios de su niñez, que vemos con su imagen de
adulto, en un juego continuo de mezclar personajes del presente con los del
pasado. Un ambiente nacional-católico terrible y agobiante, agravado por la guerra
civil. Inspirada en Fresas salvajes
(Bergman, 1957), produjo lógico rechazo en la ultraderecha. Muy buena.
1976 Cría cuervos ***
Con Saura como único guionista por primera vez. La niña Ana Torrent
interpreta a la mediana de las tres hijas huérfanas a las que cuida su tía.
Básicamente habla de una infancia infeliz, atravesada por el miedo. La continua
presencia de la muerte, la mirada de la protagonista, la presencia del peso del
franquismo, la canción de Jeanette, todo en esta película es triste. De nuevo
inspiraciones bergmanianas y algún ligero toque buñuelesco, además de jugar con
el tiempo y mezclar recuerdos con el presente. Interesante.
1977 Elisa, vida mía ****
Considerada por algunos su obra maestra, el título proviene de un poema de
Garcilaso. De nuevo escrita por Saura, y protagonizada por Geraldine Chaplin y un
estupendo Fernando Rey. Una joven en crisis se queda unos días en la apartada
casa de su padre. Como en filmes anteriores, se juega con el tiempo y la
imaginación, consiguiendo un resultado sutil, con curiosos añadidos de El gran teatro del mundo de Calderón. Triste,
como la precedente, y con algún toque experimental, pero muy sensible y
conmovedora. Muy buena.
1978 Los ojos vendados
***
Escrita por Saura en solitario. José Luis Gómez interpreta tibiamente al
director de un grupo de teatro a cuya escuela acude una amiga suya (Geraldine
Chaplin), con la que mantiene una relación amorosa. La película contrapone una
referencia explícita a la tortura estatal argentina (y española) con recuerdos y
vivencias de la vida cotidiana, también torturadores. La compañía prepara una
obra sobre la tortura, y su director recibe anónimos amenazantes. Veinte años
después, Saura volverá al tema en un fragmento de Tango. Interesante.
1979 Mamá cumple cien
años ***
Escrita por Azcona y Saura, su argumento continúa el de Ana y los lobos. Geraldine Chaplin (por última vez), Rafaela
Aparicio y Fernando Fernán Gómez encabezan el reparto de nuevo. Ana vuelve a la
casa para celebrar el cumpleaños de la matriarca, y encuentra el mismo ambiente
enrarecido y disparatado, metáfora de la España eterna. Si en la primera parte
todo era más bien oscuro y trágico, aquí se respira un cierto aroma berlanguiano.
Los mejores momentos son los más cercanos al realismo mágico. Buena.
1981 Deprisa, deprisa ***
Si con Los golfos Saura inventa
el cine quinqui, dos décadas después le da fin en su filmografía con esta
película. Los actores son no profesionales pero lo hacen muy bien, encabezados
por Berta Socuéllamos y José Antonio Valdelomar, en los únicos papeles de sus
vidas y al ritmo de Los Chunguitos. En la periferia de Madrid, un grupo de
adolescentes comete atracos, esnifa heroína y vive al margen de la sociedad
formal. Una particular versión de Los
olvidados (Buñuel, 1950), con la misma intención crítica y buen pulso
narrativo. Apreciable.
1981 Bodas de sangre ***
Primera película de la trilogía del flamenco de Saura, que adapta el ballet de
Antonio Gades de 1974 basado en la obra de Lorca. Docudrama de una hora en el
que en su primera parte vemos los preparativos del espectáculo, y en la
segunda, un supuesto ensayo general en un local. Encabezan el montaje de danza el
propio Gades y Cristina Hoyos. Una novia escapa de su boda con su amante, y el
novio les persigue. Se añaden algunas canciones, a cargo de Marisol, José Mercé
y Pepe Blanco. Curiosa.
1982 Dulces horas **
Último film producido por Querejeta para Saura, escrito también por este. Protagonizan
Iñaki Aierra y Assumpta Serna. Un hombre recuerda su pubertad en la guerra civil,
como en La prima Angélica, y escribe
una pieza sobre ello, enamorándose de la actriz que hace de su madre. Ella prolonga
ese papel en su vida con él. Con vivencias que Saura recogerá en su novela ¡Esa luz! de 2000, a partir de un guion
escrito en 1989 y no realizado. Un producto sobre el complejo de Edipo con
malas actuaciones y momentos interesantes.
1982 Antonieta ***
Encargo con guion de Jean Claude Carrière sobre la novela de Andrés
Henestrosa, protagonizado por Isabelle Adjani y Hanna Schygulla. Una escritora
se interesa por el suicidio de la mexicana Antonieta Rivas Mercado. El metraje
alterna escenas de las pesquisas con otras de la vida de Antonieta, llegando a
mostrarlas juntas en ocasiones, en un juego muy del gusto de Saura.
Superproducción lujosa que ilustra la época posrevolucionaria de México en los
años 20. Aunque le falta algo de garra, es interesante y recomendable.
1983 Carmen **
Segunda película de la trilogía del flamenco con Gades. Inspirada en la novela
de Merimée y la ópera de Bizet, de la que también toma la música, con Paco de
Lucía añadiendo el flamenco y actuando. Laura del Sol protagoniza y danza junto
a Gades y Cristina Hoyos. Esta vez es una ficción en la que el coreógrafo se
enamora de la protagonista durante los ensayos. La idea de la metaficción
produce mezclas confusas entre la trama y los bailes. Bastante mal interpretada
y muy bien bailada. La España cañí, intentada dignificar. Para los que les
guste.
1984 Los zancos ***
Con guion de Saura y Fernando Fernán Gómez, que también la protagoniza, junto a
Laura del Sol y Antonio Banderas. Francisco Rabal hace un pequeño papel junto a
Fernán Gómez, en un momento de excelencia visual y actoral del filme. Un viejo
profesor enviuda y vuelve a su antigua casa, cuya vecina es una atractiva
joven. Se introduce teatro de calle (sobre zancos) y música sefardí. Según
parece, el personaje principal es un alter ego del director y sus tribulaciones
acerca de su edad y el amor. Algo irregular, pero muy delicada.
1986 El amor brujo
**
Tercera y última colaboración con Gades en la trilogía del flamenco, esta vez
un drama musical sobre la obra de Manuel de Falla. Con los mismos artistas que Carmen encabezando el reparto y la
danza. Rocío Jurado interpreta las canciones. Se celebra una boda en un poblado
gitano. La novia (Hoyos) es deseada por otro (Gades), y el novio desea a otra
(del Sol), pero muere en una reyerta. Años después, la viuda sigue viendo al
espectro de su marido. Con algunas escenas de belleza espectacular, pero con un
desarrollo artificioso y discreto.
1988 El Dorado **
Superproducción escrita por Saura y protagonizada por Omero Antonutti, con Eusebio
Poncela e Inés Sastre, rodada en Costa Rica y con canciones interpretadas por
Amancio Prada. Reinando Felipe II, se busca el oro del Perú penosa e
infructuosamente. Uno de los expedicionarios, Lope de Aguirre, acaba haciéndose
con el mando mediante asesinatos. Cuenta con algún buen secundario, como
Francisco Merino, pero la tremenda aventura es un suceder de escenas
encorsetadas. Bastante mala.
1989 La noche oscura ***
Con guion de Saura y protagonizada por Juan Diego, recrea la reclusión forzada
de san Juan de la Cruz en el convento de los Carmelitas de Toledo durante nueve
meses, en 1577 y 1578. Intervienen también Fernando Guillén como carcelero y
Julie Delpy como tentación. Con música de Bach y localizaciones en el
monasterio de Veruela, resulta ser un buen ejercicio actoral. Se trata de un
homenaje al poeta místico y amatorio por parte del director, de puesta en
escena y ambientación austeras. Interesante.
1990 ¡Ay, Carmela!
****
Guion de Rafael Azcona y Carlos Saura sobre la obra de teatro de José
Sanchís Sinisterra. Con Andrés Pajares, Carmen Maura y Gabino Diego. Una
compañía de variedades de tres miembros cae en el bando franquista en 1938 y es
obligada a representar un espectáculo de enaltecimiento del bando rebelde. Alegoría
de humor y tragedia que el productor instó a realizar al director. Es un alivio
constatar que uno de los grandes del cine español toma partido una vez más por
el bando antifascista. Buena adaptación y actuaciones.
1991 Cuentos de
Borges: El Sur **
Telefilm rodado en Argentina que adapta el relato de Jorge Luis Borges, con
guion de Saura a partir de otro de Víctor Erice. Aunque realizado en 1991, se
estrenó en TVE en 1993, dentro de una serie de seis. Un hombre gris acaba de
sufrir la muerte de su padre, y tras una caída se va a su casa de campo en el
sur. Saura añade circunstancias al relato original autobiográfico, que lo
convierten en un modesto ensayo sobre la identidad individual. Con piezas de
música argentina, no destaca como película. Sosa.
1992 Sevillanas ***
Documental de canto y baile de sevillanas, con dirección musical del
guitarrista Manolo Sanlúcar. Fue la primera colaboración de las dos de Saura
con el productor Juan Lebrón y se estrenó en el marco de la Expo de Sevilla. Se
suceden cuadros de diferentes estilos, algunos con intervenciones de famosos artistas,
como el propio Sanlúcar, Lola Flores, Camarón de la Isla, Paco de Lucía o Rocío
Jurado. De estética muy cuidada, se trata de una antología sin otro discurso
que el que ofrecen los desnudos escenarios interiores. Interesante.
1993 Maratón ***
Documental oficial de las olimpiadas de Barcelona 92. El Gobierno del PSOE
andaba tirando la casa por la ventana, diez años después de su primera
victoria. Todo eran fastos, además de corrupción: el V Centenario (que pagó El Dorado), la Expo 92 (que estrenó Sevillanas) y este. Tras 20 minutos de
ceremonia de inauguración, se suceden las pruebas, en un esquema vertebrado por
el maratón y sin voz en off. Importante la banda sonora de Alejandro Massó y
selección de clásicos, e impecables las labores de cámara, montaje y sonido.
Buena.
1993 ¡Dispara! **
Coproducción con Italia coescrita con Enzo Monteleone a partir de un cuento
de Giorgio Scerbanenco, con los bellos Francesca Neri y Antonio Banderas. Una
artista de circo y un periodista se enamoran, pero ella sufre un grave percance
que la lleva a una espiral destructiva. Crónica negra de venganza con un guion
mediocre y una pésima dirección de actores. Como curiosidad, aparecen de
secundarios Coque Malla, Achero Mañas, Eulàlia Ramón y Chema Mazo. Bastante
mala.
1995 Flamenco ***
Documental musical con las mismas premisas que Sevillanas: producido por Juan Lebrón, rodado en Sevilla y con el
esquema de mostrar piezas de canto y baile flamenco antiguo y moderno, que se
suceden por separado. Entre los que intervienen, José Mercé, Enrique Morente,
Joaquín Cortés, Carmen Linares o Manzanita. Su valor añadido es el de contar
con Vittorio Storaro como director de fotografía, lo que lo convierte en una
pequeña joya estética. Quince años después, Saura dirigirá la segunda parte, Flamenco, flamenco. Bella.
1996 Taxi **
Con guion de Santiago Tabernero y de nuevo con fotografía de Vittorio
Storaro. Protagonizan una luminosa Ingrid Rubio y un torpe Carlos Fuentes. Una
joven deja los estudios y se enamora de un chico que está haciendo la mili. Los
padres de ambos son taxistas, y con otros dos compañeros forman un grupo de
neonazis asesinos. Brutal alegato contra la España conservadora, con Saura
recorriendo de nuevo los bajos fondos madrileños, tras Deprisa, deprisa. El resultado, acartonado y decepcionante.
1997 Pajarico ***
Guion de Saura sobre su propia infancia, situando el argumento en la
actualidad. Un niño pasa tres semanas en Murcia con sus tíos y primos, en su
tránsito a la adolescencia. La prima Fuensanta es esta vez el nombre de la que
le enamora, dotada además del don de la precognición. Ese detalle fantástico y
otros similares elevan el tono general, dirigido sin garra. Eleva el interés la
presencia de Paco Rabal como el abuelo. Intento de recuperar la sensibilidad de
sus mejores obras de dos décadas atrás, no conseguido. Pasable.
1998 Tango ***
Musical coproducido con Argentina, con música de Lalo Schifrin, fotografía de
Storaro y guion de Saura. Buenos Aires: un hombre ha sido abandonado por su
esposa y prepara un espectáculo de tango, en el que participa su ex. Se ve
obligado a hacer una prueba a una bella joven (Mía Maestro), de la que se
enamora (como en Los zancos). Vuelta
al esquema de Carmen, con los
paneles, los espejos y la luz consabidos. Añade detalles como grabados de Goya
o la dictadura militar (Los ojos vendados).
Elegante, resultona y disfrutable.
1999 Goya en Burdeos ****
Lujosa producción con guion de Saura, fotografía de Storaro y la
colaboración de La Fura dels Baus al final, lo que refuerza su carácter teatral.
Un inmenso Paco Rabal protagoniza, imitando el hablar y con alguna reflexión de
Luis Buñuel. José Coronado es el pintor de joven. Goya despierta desorientado
en Burdeos, donde vive exiliado, sordo y viejo. Rememora su vida y su obra, entre
recuerdos, sueños y visiones. Película libre, preciosista y pictórica, dedicada
a Antonio Saura, recién fallecido. Bastante buena.
2001 Buñuel y la mesa
del rey Salomón *
Coescrita con Agustín Sánchez Vidal, máximo experto en Luis Buñuel, y
pensada como colofón al centenario de su nacimiento (1900). Buñuel (El Gran
Wyoming) idea una película en la que Lorca, Dalí y él mismo van en busca de la
mítica mesa de Salomón, oculta en Toledo. Plagada de referencias a la historia
de los tres genios, resulta fallida en todos los aspectos. Si es un juego, no
apetece seguirlo; si es una aventura, no interesa lo más mínimo; si es un
homenaje, agradezcamos que Buñuel nunca lo verá. Mala.
2002 Salomé ***
Musical con guion de Saura y el esquema de Bodas
de sangre: su primera media hora se centra en los preparativos; con el
agravante de que aparece un actor haciendo de supuesto director. La hijastra del
rey Herodes Antipas pide la cabeza de Juan el Bautista. Coreografía y
protagoniza Aída Gómez, antes directora del Ballet Nacional. Música de Roque
Baños con obras anteriores prestadas (Strauss/Wilde) y el resultado de una
fusión de danza flamenca con aires arábigos y los recurrentes iluminación y
escenarios minimalistas. Interesante.
2004 El séptimo día
***
Con guion de Ray Loriga, recrea la matanza de Puerto Hurraco de 1990. Como ¡Dispara!, crónica negra de venganza.
Con la rotunda presencia de Juan Diego, José Luis Gómez y Victoria Abril, y la
belleza de la joven Johana Cobo. Vemos pasajes de la vida de los habitantes,
que tienden a no importarnos un pimiento. El suceso en ese pueblo de la España
profunda se recrea al final, en una buena secuencia de cruda violencia, pero no
resiste ninguna comparación con La caza.
Superficial.
2005 Iberia ***
Documental musical basado en obras de Isaac Albéniz. Con escenografía y guion
de Saura, repite el esquema de películas anteriores, como Flamenco. Se suceden danzas flamencas, clásicas y contemporáneas,
coreografiadas e interpretadas por los mejores artistas del ramo y sus
compañías: José Antonio, Sara Baras, Aída Gómez, Antonio Canales, Patrick de
Bana, Miguel Ángel Berna y Marta Carrasco, además de famosos intérpretes como
Chano Domínguez, Sanlúcar o los Morente. Virtuosismo estético, musical y de
baile. Ni más ni menos.
2007 Fados ***
Documental musical en coproducción con Portugal, escrito por Saura con la
participación de cantantes de la talla de Chico Buarque, Caetano Veloso o Lila
Downs. Se interpreta música vocal e instrumental de los países de lengua
portuguesa, en ocasiones acompañada de danza y otras de cierta escenografía.
Todo ello entre los reconocibles espejos, paneles y colorines, con algunas
imágenes alusivas añadidas. Incluye homenajes en forma de grabaciones antiguas
de intérpretes fallecidos. Con un plano final virtuoso, pero más de lo mismo.
2008 Sinfonía de
Aragón ***
Cortometraje documental encargado para el pabellón de Aragón de la Expo
Zaragoza 2008. Sobre una música de Roque Baños, se suceden bellas imágenes de
lugares naturales aragoneses, con algún añadido como la Semana Santa de
Calanda, en recuerdo de Buñuel, y monumentos emblemáticos como el monasterio de
San Juan de la Peña o el castillo de Loarre. Al final, el bailarín Miguel Ángel
Berna se marca una de sus jotas aflamencadas. Como otros de sus documentales
musicales, preciosista y nada más.
2009 Io, Don Giovanni ***
Coproducción con Italia, con argumento de Raffaello Uboldi y guion coescrito
por él mismo, Alessandro Vallini y Saura, y fotografía de Storaro. Protagonizan
un correcto Lorenzo Balducci y una bella Emilia Verginelli. El poeta y
libertino Lorenzo da Ponte, amigo de Casanova y enamorado de Annetta, que le
evoca a la Beatriz de Dante, es exiliado desde Venecia a Viena. Allí escribe la
ópera Don Giovanni, con música de
Mozart, sobre el mito de Don Juan y con añadidos de su propia vida. Digna,
pulcra y recomendable.
2010 Flamenco,
flamenco **
Documental musical de canto, danza e instrumental flamenco, segunda parte del de
15 años antes. De nuevo con guion de Saura, fotografía de Storaro y rodado en
Sevilla. Los paneles reproducen obras pictóricas. Los artistas, Sara Baras,
Miguel Poveda, José Mercé, Manolo Sanlúcar, Estrella Morente, Niña Pastori, Miguel
Poveda, Paco de Lucía, etc. Con una cuidadísima estética, no aporta
absolutamente nada y es una sucesión sin alma de postales musicales. Gélida.
2015 Zonda, folclore
argentino ***
Documental que trata la música y la danza autóctonas de Argentina, rodado en
Buenos Aires. Su título hace referencia a un viento cálido que sopla al
noroeste del país. Zamba, vidala, chacarera, malambo, copla y chamamé se
suceden en piezas instrumentales, de canto y de baile. Espejos y paneles
translúcidos con colorines, proyecciones y pinturas vuelven a envolver los
números, que incluyen sendos homenajes a Mercedes Sosa y a Atahualpa Yupanqui.
Su mayor interés es mostrar un arte poco divulgado. Correcta.
2016 Jota ***
Documental sobre la jota, con guion y escenografía del aragonés Saura y
coreografía de Miguel Ángel Berna, en su tercera colaboración, tras Iberia y Sinfonía de Aragón. Con dibujos del propio Saura en los paneles
marca de la casa. Incluye homenajes a Imperio Argentina, a José Antonio
Labordeta (con imágenes de España 1936,
producida por Buñuel) y a Paco Rabal y Pedro Azorín en un fragmento de Goya en Burdeos. Participan Berna,
Carmen París, María José Hernández y Ara Malikian, entre otros muchos. Variada
y entretenida.
2018 Renzo Piano, un
arquitecto para Santander **
Documental, o más bien reportaje, escrito por Saura sobre la construcción del
Centro Botín en Santander, según proyecto del arquitecto italiano Renzo Piano.
Se trata de un edificio para desarrollar actividades culturales, levantado a la
orilla del mar y promovido por la Fundación Botín, de la familia de los dueños
del Banco Santander. El propio Saura entrevista al arquitecto y vamos viendo el
avance de las obras durante cinco años, no exentas de polémica, por la que el
documental pasa de puntillas. Tan correcta como sosa.
2021 Rosa rosae. La
guerra civil ***
Cortometraje que recrea el fragmento dedicado a José Antonio Labordeta de la
película Jota. Con el mismo tema
musical, la canción de Labordeta Rosa,
rosae, e ilustrándolo con fotosaurios,
término inventado por Saura para sus fotografías intervenidas, pintando sobre
ellas. Aprovecha la filmación del fragmento cinco años antes para extraer
fotogramas y modificarlos, en blanco y negro. La fuerza de las imágenes
originales de la guerra civil española, de los trazos de Saura y de la canción
hacen que sea un corto estimable.
2021 Goya 3 de mayo
***
Cortometraje encargado por Aragón TV para conmemorar el 275 aniversario del
nacimiento de Francisco de Goya. Con guion de Saura y rodado en un plató de Teruel,
muestra los instantes previos a la escena del famoso cuadro del fusilamiento,
que ya fue recreado por actores en Goya
en Burdeos. Como prólogo, presenta grabados de la serie Los desastres de la guerra. En cierto modo,
como alegato contra la guerra sustituye al proyecto irrealizado de largometraje
sobre el encargo a Picasso del Guernica.
Curioso.
2021 El rey de todo el
mundo **
Musical sin alma en coproducción con México y rodado allí. Escrito por Saura siguiendo
el esquema de Carmen y Tango, con coreografía de Edgar Reyes y
fotografía de Storaro. Toma su título de la canción mexicana Fallaste corazón. Con la excusa
argumental de la preparación de un espectáculo musical, se suceden algunas canciones,
músicas y sobre todo danza contemporánea. Protagoniza la joven bailarina Greta
Elizondo, que junto al resto del elenco hace algo parecido a ejercer de actriz.
Fallida.
2022 Las paredes
hablan ***
Documental coescrito con José Morillas, autor de la idea inicial, sobre la
expresión gráfica en los muros, centrado en la prehistoria y en los grafitis.
Con intervenciones del propio Saura, Miquel Barceló, Juan Luis Arsuaga y Pedro
Saura, responsable de la neocueva de Altamira. Evolución de una idea en principio
centrada en las pinturas rupestres, que reflexiona sobre la creación artística.
Recorre célebres cuevas, además de lugares de arte urbano en Barcelona y
Madrid. Interesante, sin alcanzar la excelencia.
¿Cuál es la clave del cine de Saura? ¿Existe el cine de
Saura? Yo intuyo que Carlos Saura fue un intelectual y artista de primera fila,
como su hermano y excelente pintor Antonio. Un hijo de su tiempo, es decir, un
joven del franquismo que vehiculó su crítica al régimen mediante sus películas
de introspección psicológica. Cuando llegó la democracia, se dedicó a
divertirse mostrando otras facetas, la del que recopila la danza y la música
que le apetece y la del director de cine que, tras dos décadas aprendiendo su
oficio, supo reinventarse realizando numerosos filmes, algunos solventes y
otros sin interés. Pese a ello, su larga carrera constituye un capítulo
inexcusable de la historia del cine español.
Anexo:
En 2013, Saura recibió en Zaragoza el premio Simón de Honor.
Como vicepresidente de la Academia del Cine Aragonés, organizadora del evento,
tuve la suerte de acompañarle, como relaté aquí:
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