Salpicón espaciotemporal
Un tango para Federico, 2016
El
cantautor aragonés Joaquín Carbonell ha escrito una novela en torno al
encuentro que mantuvieron Carlos Gardel y Federico García Lorca en el Buenos
Aires de 1933. A partir de esta anécdota, Carbonell aprovecha para mezclar personajes
y sucesos históricos con otros de ficción, en un homenaje personal al cantante
de tangos y al poeta andaluz. La estructura del libro entreteje escenas que se
desarrollan fundamentalmente en los años treinta argentinos y los ochenta
españoles, estas últimas centradas en un joven periodista de Barcelona que
investiga el asunto.
Se
diría que el verdadero protagonista de la novela es el salto espaciotemporal,
aunque no se trate de un relato de ciencia ficción. Baste decir que los
capítulos se suceden vertiginosamente de esta guisa: Buenos Aires 1933 y 1983,
Barcelona y Madrid 1983, Buenos Aires 1983, 1933, 1983 y 1933, Buenos Aires y
Montevideo 1983, Barcelona 1984, Madrid 1985, Buenos Aires 1933, Madrid 1941,
Buenos Aires 1983, Toulouse 1985 y Jaca 1987.
El
elemento más atractivo del texto lo constituye la aportación de datos
históricos relacionados con la cultura de los años treinta. Así, por ejemplo,
uno de los personajes que pululan por la trama es el periodista Pablo Suero,
que viajó a España en 1936 para entrevistar a las figuras más relevantes de la
época, como recoge su libro España
levanta el puño.
También
somos testigos de un supuesto encuentro en Madrid con Pepín Bello, compañero de
andanzas de Dalí, Buñuel y Lorca. Un interesantísimo y muy fabulador bon vivant que llegó a vivir 103 años y
que nos cuenta su visión acerca de Lorca. A lo largo del libro aparecen también
Jorge Luis Borges, Pablo Neruda y otros escritores y periodistas del momento.
Desfilan
por el argumento referencias al franquismo, a la dictadura argentina, a la
joven democracia española, y sucesos dramáticos en torno a esos momentos
históricos y a varias relaciones de pareja turbulentas. Tangos, coplillas,
poemas, citas literarias, hipódromos, devaneos, hechos luctuosos, juergas, un
pacto de silencio, enfermedades, cobardías, pasiones, tabaco y alcohol,
personajes reales camuflados, personajes de ficción con nombres reales… e
incluso retazos de autobiografía.
Un improbable
salpicón de marisco argentino que no se atraganta, con sus deliciosos pedazos
de pulpo y langostino, acompañado de pimiento crudo y aderezado con vinagre de
Jerez y aceite del Bajo Aragón. Buen provecho.
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