Cincomarzada y miedo

El cinco de marzo de 1838, las tropas carlistas de Juan Cabañero intentaron tomar la ciudad de Zaragoza. Fueron repelidas por los ciudadanos, defensores del Estado liberal. Fue un triunfo popular frente a la resistencia reaccionaria y añadió el título de “Siempre heroica” al escudo de la ciudad. Desde 1840 se conmemora la Cincomarzada, que desde 1981 volvió a ser oficial, tras ser prohibida por el franquismo.

Pues bien, en los últimos años, cada vez que se acerca esa fecha en Zaragoza, hay que volver a escuchar los argumentos de la ultraderecha, en boca de personas que los han tomado por buenos. “No sé por qué es fiesta local un día en el que se enfrentaron españoles contra españoles”. Incluso la Wikipedia encabeza su explicación al respecto con la frase “La Cincomarzada fue un enfrentamiento entre zaragozanos”.

Todo está terminado. El mensaje de la ultraderecha ha calado, desde lo más importante hasta lo más anecdótico. Antes había gente que opinaba de diversas formas. Ahora todos dicen las mismas barbaridades en los bares, en el transporte público, en las calles. El odio al extranjero es moneda común, la defensa de los empresarios está fuera de toda duda, se arrasan territorios con la zanahoria de los puestos de trabajo, los derechos de los desfavorecidos están en retroceso, se interpreta la historia con la versión de los poderosos, se ridiculiza la diversidad, se niega el cambio climático, se consiente el rearme, crece el antisemitismo, a nadie le preocupa que muchos de los principales líderes mundiales sean ultraderechistas, cunde la indiferencia. Algunos tenemos miedo.