Los putrefactos del felipismo. Personajes nefastos de la España de los 90
El PSOE renació de sus cenizas a la muerte de Franco,
dirigido por Felipe González, e inició una carrera hacia el poder que culminó
con su victoria en las elecciones generales de 1982. Mientras impulsaba la
llamada modernización del país, llegó
a la década siguiente rodeado de escándalos, convenientemente aireados por la
prensa adversaria.
Este papel de la prensa en la caída del felipismo fue muy
importante. A partir de 1993 y formalizada en 1994, se constituyó la Asociación
de Escritores y Periodistas Independientes (AEPI), que fue llamada “el
sindicato del crimen” por Juan Luis Cebrián, del grupo PRISA. Este consorcio
contra Felipe González, en unos casos por venganza, en otros por ideología y en
los menos por convicción ética, incluía entre sus filas a tres directores de
periódico: Pedro J. Ramírez, de El Mundo,
Luis María Anson, de ABC y José Luis
Gutiérrez, de Diario 16. Su
secretario era Pablo Sebastián, columnista de El Mundo, y el abogado Antonio García-Trevijano concitó la
presencia de los escritores Camilo José Cela, Francisco Umbral y Antonio Gala.
Otros nombres de quienes participaron: Luis del Olmo (que se salió pronto, con
Anson), José Luis Balbín, Manuel Martín Ferrand, Antonio Burgos, Antonio
Herrero, Julio Cerón, José María García, Federico Jiménez Losantos, José Luis
Martín Prieto, Raúl del Pozo, Julián Lago y Teodoro González Ballesteros, hasta
llegar a la cuarentena.
Hubo casos de financiación ilegal en los grandes partidos,
encabezados por el PSOE; hubo otros escándalos protagonizados por prominentes financieros,
enmarcados en la política del pelotazo impulsada por el PSOE; además, numerosos
casos de políticos que robaban a manos llenas, sobre todo del PSOE, pero
también en los Gobiernos regionales de CiU y el PP; por fin, las actuaciones de
mandos políticos, policiales y militares revelaron que el ministerio del
Interior era un nido híbrido de socialistas y franquistas corruptos y asesinos,
amparados por Barrionuevo y Corcuera.
Fue una época en la que decenas de nefastos personajes
libraron encarnizadas batallas por el poder y el enriquecimiento ilimitado, y perpetraron
las mayores vilezas. Estos son algunos protagonistas de aquella era convulsa, los
putrefactos del felipismo.
Felipe González
Secretario general del PSOE (1974-1997) y presidente del
Gobierno de España (1982-1996). Su partido fue tutelado por la CIA y recibió un
millón de marcos de la empresa alemana Flick, para la contención del comunismo.
Durante su mandato estuvieron activos los GAL (1983-1987), grupo parapolicial
que practicaba el terrorismo de Estado y asesinó a 27 personas. Entre 1987 y
1993 se condenó a varios altos cargos de su Gobierno por malversación de
caudales públicos, al utilizar para su beneficio los fondos reservados del Ministerio
del Interior. Su Gobierno impulsó reformas laborales contra los intereses de
los trabajadores, que le valieron dos huelgas generales en 1988 y 1994. En 1989
se financió ilegalmente la campaña electoral del PSOE con 15 millones de euros
mediante el caso Filesa. Al final de su mandato, los casos de corrupción
relacionados con su Gobierno y su partido se amontonaban. Tras dejar el cargo,
se ha dedicado a diseñar joyas y a pontificar contra las políticas de sus
correligionarios, desde un punto de vista derechista. Entre 2010 y 2015 fue
consejero de Gas Natural Fenosa. En 2014 le fue concedida la nacionalidad colombiana
y en 2022 la dominicana, con naturalización privilegiada.
José Amedo
Policía y miembro destacado de los GAL, participó en 1983 junto
a Julián Sancristóbal en el secuestro de Segundo Marey, con el visto bueno del
director de Seguridad Rafael Vera y del ministro José Barrionuevo. En 1986
continuaba sus actividades de terrorismo de Estado, por las que fue condenado
en 1991 y 1998. En 1994 y junto a su policía subordinado Michel Domínguez,
entregó pruebas al juez Garzón sobre los GAL y los socialistas implicados. En
2000 salió de prisión. En 2006 escribió que había recibido 30 millones de
pesetas de Pedro J. Ramírez para que hablase sobre los GAL, en una trama
participada también por Garzón y Francisco Álvarez-Cascos, secretario general
del Partido Popular (1989-1999) y vicepresidente del Gobierno entre 1996 y
2000. Por lo que parece, este policía corrupto fue utilizado por numerosas
personas relevantes.
Julián Sancristóbal
Militante del PSOE, gobernador civil de Vizcaya (1982-1984)
y director de la Seguridad del Estado (1984-1986). Fue condenado en 1998 por el
secuestro de Segundo Marey por parte de los GAL en 1983 y por malversación en
el posterior caso de los fondos reservados, por el que también fue condenado el
socialista José María Rodríguez Colorado, director general de la Policía entre
1986 y 1991. Recibió la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil en 1986,
concedida por el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez.
En 1998 fue indultado por el Gobierno del PP.
Miguel Planchuelo
Jefe de la Brigada de Información de la policía en Bilbao
(1981-1984), encargó a Amedo y Domínguez el secuestro de Segundo Marey, por
orden de sus superiores. Después fue jefe de la policía de Bilbao. Fue
condenado a cárcel en 1998, junto a Barrionuevo, Vera y Sancristóbal.
Baltasar Garzón
Juez de la Audiencia Nacional entre 1988 y 2012, de célebre carrera
serpenteante. En 1993 interrogó al policía Michel Domínguez, que le informó
sobre los GAL, pero abandonó provisionalmente su profesión para presentarse como
número dos de la lista del PSOE por Madrid. Volvió a la carrera judicial un año
después, y en 1995 arrestó a los socialistas Vera y Damborenea, y acusó a Txiki
Benegas, Narcís Serra, José Barrionuevo y Felipe González de estar implicados
en los GAL. En 1998 ordenó el arresto de Pinochet, en 2002 ilegalizó Batasuna, en
2005 impulsó la causa contra la dictadura argentina, en 2008 la causa contra el
franquismo y en 2009 el caso Gürtel de corrupción del PP, que le valió su
expulsión de la judicatura.
Juan Alberto Perote
Coronel a cargo de misiones secretas entre 1982 y 1991 en el
Cesid, la agencia de inteligencia española dependiente del Ministerio de
Defensa. Amigo de Julián Sancristóbal, en 1995 entregó información sobre el GAL
y sobre escuchas telefónicas de alto nivel a Mario Conde, para chantajear al
Gobierno, intentando que los casos GAL y Banesto se anulasen políticamente.
Emilio Alonso Manglano
Teniente general, director entre 1981 y 1995 del Cesid, la
agencia de inteligencia española dependiente del Ministerio de Defensa. Dimitió
a raíz de la filtración de “los papeles del Cesid”, robados por Perote y
difundidos por Conde. En 2021, el diario ABC publicó “los papeles de Manglano”,
desvelando el contenido de sus anotaciones personales, que narran hechos
relacionados con la monarquía, la guerra sucia y los casos de corrupción de la
época.
José Barrionuevo
Ministro del Interior con el PSOE (1982-1988), y luego de
Transportes (1988-1991). Hijo del vizconde de Barrionuevo, formó parte de una
asociación carlista y trabajó para el Movimiento Nacional. En 1988 le sucedió el
brutal José Luis Corcuera en el Ministerio del Interior, manteniendo su
estructura de mandos policiales franquistas. En 1998 fue condenado a prisión por
el secuestro de Segundo Marey por parte de los GAL y por malversación. Ese
mismo año fue indultado por el Gobierno del PP.
Rafael Vera
Secretario de Estado para la Seguridad por el PSOE
(1982-1984 y 1986-1994) y subsecretario del Ministerio del Interior
(1984-1986). Fue condenado a prisión en 1998, junto a Barrionuevo, por los
mismos delitos: secuestro por parte de los GAL y malversación de caudales
públicos. A los tres meses, él y Barrionuevo fueron indultados por el Gobierno
del PP. En 2005 volvió unos meses a la cárcel, y en 2007 fue de nuevo condenado
por malversación.
Gabriel Urralburu
Presidente del Gobierno de Navarra por el PSOE (1984-1991),
antes sacerdote de los Misioneros del Verbo Divino. Se alió para robar con su
consejero de Obras Públicas, Antonio Aragón, y con el director de la Guardia
Civil, Luis Roldán. Fue descubierto en 1994 y condenado a prisión en 1998 por
el cobro de comisiones millonarias entre 1987 y 1991 a constructoras en la
adjudicación de obras públicas, como la autovía del Norte y la Universidad de
Navarra. Salió de la cárcel en 2003 y ejerce de abogado en Madrid.
Mario Conde
Presidente y principal accionista del Banco Español de
Crédito, Banesto (1987-1993). En 1993, el Banco de España intervino Banesto,
según él porque pensaba presentarse a las elecciones europeas del año siguiente
y su popularidad hacía peligrar la marchita de Felipe González. En 1995 recibió
de Perote pruebas sobre los GAL, con las que intentó chantajear al Gobierno. Fue
condenado en 1997 a seis años de cárcel y en 2002 a otros veinte, por estafa y
apropiación indebida; salió en 2006. En 2000 se presentó a las elecciones
generales por el CDS, sin obtener escaño. En 2011 fundó su propio partido
político, Sociedad Civil y Democracia, que abandonó en 2013. Al año siguiente,
el resto de miembros se integró en Vox y se disolvió. Actualmente debe 15
millones de euros a Hacienda.
Javier de la Rosa
Financiero representante en España del grupo kuwaití KIO,
condenado a prisión en 1994 por apropiaciones millonarias en 1986 y ligado a la
corrupción política del PSOE, CiU, el PP y el rey. Formaba parte de un grupo de
célebres multimillonarios, como Manuel Prado y Colón de Carbajal, amigo y administrador
privado de Juan Carlos I, condenado en 2004, 2007 y 2008; Enrique Sarasola, empresario
amigo de Felipe González y financiador del PSOE vía Venezuela y Colombia; o Alberto
Cortina y su primo Alberto Alcocer (los Albertos), empresarios que se dedicaban
a la compraventa de bancos. Protagonizaron innumerables estafas a gran escala
durante el felipismo, algunas relacionadas con Oriente Próximo y el petróleo y
otras apoyadas desde el PSOE para controlar entidades financieras.
Luis Roldán
Afiliado al PSOE y director general de la Guardia Civil
(1986-1993). En sus primeros años en el cargo dirigió el GAL verde, apoyado por
su amigo Julián Sancristóbal. En 1993 se descubrió su enriquecimiento ilícito y
en 1994 se fugó de España. En 1995 se entregó en Bangkok, tras mediar el espía
Paesa entre él y el ministro Belloch. Salió de la cárcel en 2010 y su fortuna
se encuentra en paradero desconocido.
Juan Alberto Belloch
Juez portavoz de la asociación Jueces para la Democracia
desde 1984, en 1993 fue nombrado ministro de Justicia. Tras la fuga de Roldán,
asumió también el Ministerio del Interior (1994-1996) y contrató a Paesa para
que se encargase de la rocambolesca entrega del huido. Desde su puesto procedió
a cierta limpieza de las cloacas corruptas y represivas, aunque en 1995 reformó
el código penal, manteniendo las penas de cárcel para los insumisos a la mili.
Entre 2003 y 2015 fue alcalde de Zaragoza, con continuos gestos hacia la
iglesia católica y la burguesía local, que le acogieron con agrado.
Francisco Paesa
Espía de los servicios secretos españoles. En 1968 huyó a
Ginebra tras estafar al presidente de Guinea Ecuatorial. En 1976 fue
encarcelado en Suiza por una nueva gran estafa. Cuando salió se dedicó al
tráfico de armas y estuvo involucrado en los GAL. En 1994 fue contratado por
Belloch para engañar a Roldán y hacer que se entregara; es posible que se
quedase con el dinero robado. En 1998 hizo pública su supuesta muerte. Ha
estado relacionado con la mafia rusa, y en 2016 apareció en los Papeles de
Panamá.
Enrique Rodríguez
Galindo
Mando de la Guardia Civil y de los GAL. Narcotraficante y
torturador, desde el cuartel de Intxaurrondo de San Sebastián. Allí llevó el
GAL en 1983 a los etarras Lasa y Zabala, tras secuestrarlos. Galindo ordenó su
traslado al palacio de la Cumbre, donde fueron torturados y luego acarreados a
Alicante para asesinarlos y enterrarlos en cal viva, con el consentimiento del
gobernador civil de Guipúzcoa por el PSOE, Julen Elgorriaga. Fue condenado a 71
años de prisión en 2000, y salió en 2004, por decisión del Gobierno de
Zapatero. Había recibido la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil en 1984.
Ricardo García
Damborenea
Secretario general del partido socialista en Vizcaya,
miembro de los GAL y amigo de Sancristóbal. En 1990 fue expulsado del PSOE, donde
se le consideraba demasiado izquierdista. En 1994 se incorporó al Partido
Popular. En 1998 fue condenado a prisión por el secuestro de Segundo Marey, al
que amenazó de muerte. Fue indultado por el Gobierno de Aznar al año siguiente.
Mariano Rubio
Economista, miembro fundador de la Agrupación Socialista
Universitaria, desde la que informaban a Estados Unidos de sus intenciones
anticomunistas, para recibir apoyo económico. Amigo de Carlos Solchaga,
ministro de Industria (1982-1985) y de Economía (1985-1993), responsable de la
reconversión industrial salvaje, de la liberalización y del pelotazo. En 1984 fue
nombrado gobernador del Banco de España, cargo del que dimitió en 1992 por
fraude fiscal en el caso Ibercorp, junto a Manuel de la Concha, que había sido
presidente de los Agentes de Cambio y Bolsa. En 1996 ingresaron en prisión,
aunque Rubio solo estuvo un mes. En 2011, el Gobierno de Zapatero le otorgó a
título póstumo la medalla de la Orden del Mérito Constitucional.
Pedro J. Ramírez
Periodista conservador sin escrúpulos, ha dirigido Diario 16 (1980-1989), El Mundo (1989-2014) y El Español (desde 2015). En El Mundo, que fundó tras ser expulsado
de Diario 16 por denunciar los GAL,
reunió para vengarse de Felipe González a cuantos colaboradores lo criticasen,
a derecha e izquierda. Desde sus páginas continuó aireando el caso GAL, además
de numerosos casos de corrupción del PSOE, promoviendo su recambio por el PP de
Aznar. Entre 2004 y 2014 y junto al PP, se empeñó en mentir sobre los atentados
yihadistas del 11M, atribuyéndoselos a ETA en connivencia con el PSOE. En 2014
fue cesado de su puesto en El Mundo,
por su beligerancia contra el Gobierno de Rajoy.
Juan Carlos I
Rey de España (1975-2014) designado por Franco. Trabó una
estrecha amistad con Felipe González y buena parte de los corruptos de la
época. Él y su familia se han visto envueltos en varios casos probados de
corrupción. En 2013 se supo que había usado dinero público para acondicionar la
finca donde se citaba con una de sus amantes. En 2014 abdicó, y desde 2020 se
encuentra exiliado en los Emiratos Árabes, tras conocerse detalles de sus
fraudes fiscales y apropiaciones indebidas como comisionista.
Tras el fin del felipismo llegó el aznarato. Muchos
españoles creyeron la falacia de que el Partido Popular era mejor que el PSOE,
y auparon al poder con sus votos a José María Aznar y sus secuaces. La historia
se repetiría, con los subsiguientes años de latrocinio generalizado, esta vez
por parte de los titulares del mando desde 1936. El Partido Socialista no
levantó cabeza hasta 2004, con la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero, que
pareció traer aires frescos, pero acabó traicionando de nuevo a su electorado
al plegarse a las condiciones draconianas impuestas por Alemania con la excusa
de la crisis de 2008.
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