Las tramas de la narrativa universal

Los argumentos básicos literarios y cinematográficos se resumen en listas de antiguas tramas que se repiten siempre. Una trama es, en este caso, un asunto alrededor del que se desarrolla un argumento. Hay que tener en cuenta, como premisa común, que todas las tramas narrativas funcionan a partir de un conflicto dado. Y, por supuesto, que se puede dar la mezcla de varias de estas tramas. Parto de las listas más reducidas, para seguir con las originales, más extensas, y concluyo con una curiosa anécdota de Luis Buñuel al respecto.


I. Las siete tramas primarias

Las estructuras narrativas básicas reflejan las experiencias esenciales humanas: crecimiento, resolución de retos, búsqueda de aventuras, enfrentamiento a tentaciones, ganancias y pérdidas, enamoramiento y desamor. Eso se resumiría en las siete tramas primarias que englobarían toda la creación narrativa, y que no son más que una refundición de las listas más extensas que veremos después.

1. Aquiles: superación. A pesar de ser poderoso, el protagonista debe tener un punto débil, su talón de Aquiles, que al hacerlo vulnerable le aporte humanidad. Como Superman y la kryptonita.

2. La Cenicienta: transformación. A pesar de tratarse de un personaje humilde e incomprendido, puede levantarse del fango y mostrar al mundo su verdadera naturaleza. Como Rocky (1976) o Pretty Woman (1990).

3. Jasón: búsqueda. A pesar de que tenga pocos recursos y la búsqueda sea difícil o improbable, el personaje debe intentarlo. Es el caso de El señor de los anillos (1954), Thelma y Louise (1991), o cualquier historia detectivesca.

4. Fausto: tentación. Por absurdo que parezca el pacto, el personaje lo arriesgará todo y se pondrá en manos de otro. Como en Wall Street (1987) o Terminator (1984).

5. Orfeo: pérdida. Por muy largo o peligroso que sea el viaje, el protagonista debe llevarlo a cabo para recuperar lo que ha perdido. Por ejemplo, A propósito de Henry (1991) o Memento (2000).

6. Romeo y Julieta: amor correspondido. Chico y chica se conocen, superan una serie de obstáculos y acaban juntos. Por ejemplo, Algo para recordar (1993) o Hechizo de luna (1987).

7. Tristán e Isolda: amor frustrado. Chico y chica se conocen, pero uno de los dos ya está comprometido. Por ejemplo, La extraña pasajera (1942) o Atracción fatal (1987).


II. Las tramas heroicas

Una trama maestra es un patrón que define la estrategia estructural del relato. Los cánones dramáticos son limitados, mientras que las posibilidades argumentales se abren al infinito. En el libro Guion de aventura y forja del héroe (2002), Antonio Sánchez-Escalonilla define cada una de las siete posibles misiones del héroe:

1. Búsqueda. El personaje abandona su mundo ordinario y parte en busca de algo que es necesario, por las razones que sea, para sí mismo o para la sociedad en la vive. Ese algo que necesita el protagonista, físico o emocional, dará inicio a un viaje que provocará un profundo proceso de maduración en el personaje. Ejemplos: El mago de Oz (1939), El señor de los anillos (1954).

2. Aventura. En este caso, el viaje físico es más importante que el interior, pues el protagonista se mueve principalmente en busca de nuevas experiencias y emociones por el mero placer de vivirlas, sin que existan motivaciones demasiado profundas. Los cambios en el personaje que vive esta aventura son mucho más limitados: Indiana Jones (1981) sería un paradigma de este modelo.

3. Rescate. El protagonista inicia un viaje para rescatar algún objeto o a alguien que ha sido privado de su libertad. Para que la trama funcione, debe haber un claro antagonista, cuyas acciones se desenvolverán paralelamente a las del héroe para impedir la liberación. Centauros del desierto (1956) es una de las mejores tramas de rescate.

4. Persecución. El héroe es objeto de una cacería donde la propia caza es más importante para la historia que quienes participan en ella. A veces, el protagonista desconoce los motivos por los que es perseguido, y sencillamente trata de escapar del peligro y sobrevivir, como en El proyecto de la bruja de Blair (1999). Otras, deberá averiguar los motivos de la persecución para poder detenerla, como en El fugitivo (1993).

5. Huida. El protagonista parte de una situación de encierro, y su principal motivación es lograr la libertad. El plan de fuga y su puesta en práctica centran la mayoría del relato. El ejemplo más paradigmático es la fuga de una prisión, con títulos tan señeros como La fuga de Alcatraz (1979), o El expreso de medianoche (1978).

6. Venganza. La venganza es un acto de justicia guiado por el odio y la pasión. Un exceso vengativo sitúa al héroe al mismo nivel que el villano. Concluida la pasión, el héroe no siempre está satisfecho y la conciencia le dicta que no ha actuado de modo justo. Como sucede con Hamlet y Otelo, los héroes vengativos suelen pagar con su muerte. La trama de venganza a veces se entremezcla con la del rescate, logrando así atribuir cualidades heroicas al protagonista. Es el caso de Bravehearth (1995) o de Gladiator (2000).

7. Enigma. El protagonista dedica sus esfuerzos a desentrañar diversos misterios. Mediante la resolución de estos acertijos, el héroe pone de manifiesto su inteligencia y astucia, demostrando así su superioridad respecto a los demás. La investigación ofrece el escenario perfecto para una estructura de puzle que suele alcanzar un clímax impactante, como en Seven (1995) o Tesis (1996).


III. La lista de Booker

Otra clasificación de tramas es la que propone Christopher Booker en su libro Las siete tramas básicas (2004):

1. Vencer al monstruo. El héroe se entera que algo está amenazando un lugar, adquiere un equipo especial, un arma o una habilidad, se enfrenta al monstruo y lo derrota. Ejemplos: Perseo, Teseo, Drácula (1897), La guerra de los mundos (1897), Los siete samuráis (1954), Star Wars (1977).

2. De la pobreza a la riqueza. Rodeado de fuerzas oscuras que lo empequeñecen y ridiculizan, el héroe poco a poco emerge como una figura madura que finalmente adquiere riqueza, un reino y el compañero perfecto. Ejemplos: La CenicientaJane Eyre (1847), Grandes esperanzas (1860), Los millones de Brewster (1902).

3. La misión. El protagonista y sus acompañantes se proponen adquirir un objeto importante o llegar a un lugar. Enfrentan tentaciones y otros obstáculos en el camino. Ejemplos: Jasón y los argonautasLas minas del rey Salomón (1885), Apocalypse Now (1979).

4. Viaje y regreso. El héroe termina en una tierra mágica con reglas extrañas, finalmente triunfa sobre la locura y vuelve a casa mucho más maduro que cuando salió. Ejemplos: Alicia en el país de las maravillas (1865), El viento (1928), El tercer hombre (1949).

5. Comedia. Obra dramática en la que el motivo central es el triunfo sobre las circunstancias adversas, lo que resulta en una conclusión feliz. Sigue un patrón donde el conflicto se vuelve cada vez más confuso, pero al final se aclara. La mayoría de las películas románticas entran en esta categoría. Ejemplos: El sueño de una noche de verano (1595), Cuatro bodas y un funeral (1994), El diario de Bridget Jones (2001).

6. Tragedia. El protagonista cae lentamente en la oscuridad a través de sus defectos o errores antes de ser derrotado. Ejemplos: Macbeth (1623), Anna Karenina (1877), John Dillinger (1945), Bonnie y Clyde (1967).

7. Renacimiento. Como en la trama de la tragedia, pero el protagonista logra darse cuenta de su error antes de que sea demasiado tarde y hace un cambio que le permite evitar la derrota. Ejemplos: La bella y la bestiaCuento de Navidad (1843), Atrapado en el tiempo (1993).


IV. La lista de Tobias

Ronald B. Tobias propone en su libro 20 tramas maestras (1993) esta lista:

1. Búsqueda. El protagonista se embarca en la búsqueda de una persona, lugar o cosa. Pueden ser elementos tangibles o no. Los elementos intangibles deben contar con características cualitativas, como obtener la inmortalidad o ser rey. Finaliza con un retorno y una evolución del personaje durante el camino, utilizando el arquetipo del viaje del héroe.

2. Aventura. Presenta a un personaje en búsqueda de fortuna o nuevas experiencias. Para ello abandonará su zona de confort y atravesará la frontera del mundo conocido. Al contrario que en la búsqueda, aquí no encontramos una evolución del protagonista. Ejemplo: En busca del arca perdida (1981), donde la aventura no busca evolucionar a su personaje y lo importante es el camino.

3. Persecución. Una persona persigue a otra. El punto de vista narrativo puede mostrar a la persona que busca o al fugitivo. Este último puede ser consciente de su persecución o ignorarla por completo.

4. Rescate. El protagonista trata de recuperar a alguien que ha sido secuestrado en contra de su voluntad o algún objeto que ha sido sustraído. Lo más frecuente es encontrar a un protagonista, un antagonista y a la víctima.

5. Huida. El protagonista se encuentra confinado en algún lugar, de manera legal o no, y trata de escapar. En esta trama no se incluye la liberación de los demonios personales o situaciones que atrapan la psique de una persona.

6. Venganza. Un personaje, que puede ser el protagonista o el antagonista, toma represalias contra otros por unos daños que ha sufrido. Puede ser una venganza justificada o imaginaria.

7. Enigma. Un protagonista busca pistas para resolver un problema. Puede tratarse de un caso de detectives o de alguna cuestión enigmática o ambigua que requiere respuestas.

8. Rivalidad. El protagonista participa en una competición donde se mide contra un rival. La relación de los personajes no implica enfrentamientos conflictivos: puede tratarse de una competición por un mismo objetivo entre amigos, entre desconocidos o entre héroe y villano.

9. Desventaja. Un protagonista compite por ganar un objeto o alcanzar una meta contra otros, pero se encuentra en una mayor desventaja que los demás, algo que lo enfrenta a obstáculos mayores.

10. Tentación. El personaje se enfrenta a algún tipo de situación que le induce a comportarse de una manera mala o inmoral. Esta trama pretende exponer la razón que conduce a realizar o no dicho comportamiento en sus inicios.

11. Metamorfosis. Un protagonista sufriendo cambios en sus características físicas, algo que queda reflejado en la identidad psicológica del personaje que va cambiando durante el proceso.

12. Transformación. Proceso de cambio durante una etapa de la vida, siempre positivo, donde el protagonista gana confianza o aprende aptitudes para ser aprobado socialmente.

13. Maduración. El protagonista se enfrenta a un problema que está relacionado con su crecimiento personal a través del tiempo. Sufre un proceso que viene acompañado de las responsabilidades de la edad adulta. Normalmente el cambio va de la inocencia a la experiencia.

14. Amor. El protagonista se enfrenta a una serie de obstáculos para conseguir el amor verdadero.

15. Amor prohibido. El protagonista se enfrenta a los obstáculos para consumar su amor, en este caso impuestos por costumbres o tabúes sociales. En muchas ocasiones, el precio de conseguir el amor provoca consecuencias muy negativas para la pareja.

16. Sacrificio. El protagonista sacrifica algo de valor para alcanzar un propósito mayor como el amor, el bien de la humanidad, el honor, el éxito, etc.

17. Descubrimiento. Una persona aparentemente normal descubre detalles importantes u ocultos que hacen cuestionarle la realidad o su condición. Con la conclusión, obtiene una visión más clara del mundo o aclara su propósito de la vida.

18. Exceso. Un personaje se ve empujado hasta el extremo por sobrepasar los límites de un comportamiento malo o poco ético, ya sea por su propia elección o por accidente. Se enfrentará a las consecuencias negativas de sus actos que le conducen a un deterioro psicológico.

19. Ascenso. El camino de la miseria a lo más alto. Se trata de una trama del éxito de un personaje, debido de una habilidad o rasgo que le ayuda a ascender en la sociedad o sobre los demás.

20. Caída. De lo más alto hasta lo más hondo del pozo. En la caída contemplamos la destrucción de todo lo que ha conseguido el protagonista, debido a un comportamiento negativo que es incapaz de dominar y termina con todo lo que ha conseguido. Es frecuente combinar la trama 19 y 20 mostrando la subida a lo más alto y la posterior caída o viceversa.


V. La lista de Polti

Pero ahí no queda la cosa, y llegamos a la madre de todas las listas. Carlo Gozzi (1720-1806) concluyó que las situaciones dramáticas eran 36, aunque su listado se perdió. Georges Polti coincidió con él un siglo después, en su libro Las treinta y seis situaciones dramáticas (1895). Según Polti, ése es también el número de emociones básicas humanas.

1. Súplica. Un personaje en peligro implora a un poderoso que lo salve. El suplicante apela al poder de la autoridad para librarse del perseguidor. El suplicante también puede desdoblarse en perseguido y en intercesor. Ejemplo: la figura bíblica de Ester.

2. Rescate. Un desafortunado, un amenazador y un salvador. El desafortunado ha provocado un conflicto y el amenazador debe hacer justicia, pero el salvador libra al desafortunado. Un ejemplo: Ifigenia en Táuride.

3. Vengar un crimen. Un criminal y un vengador. El criminal comete un crimen que no hará justicia, por lo que el vengador busca justicia castigando al criminal. Ejemplo: El Conde de Montecristo (1846).

4. Un pariente venga a un pariente. Venganza intrafamiliar: dos entidades, el culpable y los parientes vengativos, entran en conflicto por haber cometido un delito contra la víctima, que es a su vez pariente de ambos. Ejemplo: Hamlet (1603).

5. Persecución. El fugitivo huye del castigo por un conflicto incomprendido para salvar su vida. Ejemplos: Los miserables (1862), El fugitivo (1963).

6. Desastre, derrota, ruina, destrucción. Un poder vencido y un enemigo victorioso o un mensajero. Ocurre un desastre como resultado de las acciones de un personaje. El poder vencido cae de su lugar después de haber sido derrotado por el enemigo victorioso o haber sido informado de tal derrota por el mensajero. Ejemplo: Agamenón.

7. Crueldad o desgracia. Un desafortunado y un verdugo o una desgracia. De estar en buena situación, el infortunado sufre la desgracia o la crueldad del verdugo. Ejemplo: la figura bíblica de Job.

8. Rebelión. Un tirano y un conspirador o varios. Un personaje rebelde se alza contra una autoridad superior por ejercer un poder cruel o injusto. Ejemplo: Julio César (1599).

9. Empresa audaz. Un personaje osa intentar conseguir lo inalcanzable y se transforma en héroe. El audaz se apodera de un objeto del adversario al vencerlo. Ejemplo: El señor de los anillos (1954).

10. Secuestro. Un personaje secuestra a otro contra su voluntad quitándoselo a su tutor, y éste, transformado en héroe, lo recupera. Ejemplos: Helena de Troya, Misery (1987).

11. Enigma. El interrogador plantea un problema al investigador y le da a éste elementos para alcanzar los objetivos de la investigación o búsqueda. Ejemplos: Edipo y la Esfinge, Susana y los viejos, Sherlock Holmes (1887).

12. Logro. Un querellante y alguno o algunos que se le opongan, o un árbitro y dos o más partes contrarias. El personaje principal intenta apoderarse de algo muy precioso o valioso que otros pretenden, por lo que se entabla una disputa. Ejemplo: La manzana de la discordia.

13. Enemistad u odio entre parientes. Un personaje malévolo y su pariente se odian entre sí. El pariente malévolo conspira a veces con un tercer pariente. Ejemplo: Como gustéis (1599).

14. Rivalizar o competir entre parientes. Un personaje quiere lograr la envidiable situación de un pariente suyo. Un tercer personaje, objeto de la rivalidad, elige al pariente preferido, rechazando al otro. Ejemplo: Cumbres borrascosas (1847).

15. Adulterio homicida. Para poseer a su amante, un personaje mata a su marido. La pareja adúltera conspira para matar al cónyuge traicionado. Ejemplos: Clitemnestra, Perdición (1944).

16. Locura. El loco en su locura delinque y perjudica a la víctima. Ejemplo: El resplandor (1977).

17. Imprudencia fatal. El imprudente, por negligencia o ignorancia, pierde un objeto o daña a una víctima, cometiendo un error fatal. Ejemplo: Murieron con las botas puestas (1941).

18. Crímenes involuntarios de amor. El amante y la amada, sin saberlo, cometen incesto al consumar su relación romántica, y un revelador se lo descubre. Ejemplo: Edipo rey.

19. Matar a un pariente no conocido. Un personaje mata a un pariente sin saberlo.

20. Sacrificarse por un ideal. Un personaje ofrece su vida por un ideal.

21. Sacrificarse por el prójimo. El héroe se sacrifica por sus congéneres. Ejemplo: el Evangelio.

22. Sacrificarse por una pasión. Un amante se sacrifica una persona por el objeto de su pasión.

23. Sacrificio a seres queridos. El héroe hace daño a la víctima amada debido a la necesidad de su sacrificio por un ideal superior; el personaje sufre al tener que hacerlo.

24. Rivalidad entre inferior y superior. Un rival superior, más fuerte, más listo o con más medios vence a un rival inferior y gana el objeto de rivalidad.

25. Adulterio. Dos adúlteros; un cónyuge engañado. Dos adúlteros conspiran contra un cónyuge engañado. Es el mismo caso que el 15, pero sin homicidio.

26. Crímenes por amor. Dos amantes rompen voluntariamente un tabú al iniciar una relación romántica. Variante del caso 18, donde el incesto es involuntario.

27. Descubrimiento de la deshonra de un ser querido. El descubridor revela una fechoría o acto reprobable cometido por el culpable.

28. Amores imposibles. Dos amantes se enfrentan juntos a un obstáculo. Ejemplo: Romeo y Julieta (1597).

29. Amar al enemigo. El héroe ama al otro incluso si es su enemigo. Entra en juego también un tercer personaje, que odia al enemigo.

30. Ambición. Una persona ambiciosa busca lo codiciado y un adversario se le opone. Ejemplo: Macbeth (1623).

31. Conflicto con un dios. Un personaje está dispuesto a enfrentarse a un dios para satisfacer su ambición, y entran en conflicto. Ejemplos: Prometeo; Jacob y el ángel.

32. Celos equivocados. El celoso es víctima del autor del equívoco, se vuelve celoso y entra en conflicto con el supuesto cómplice. Los celos le llevan a realizar actos lamentables. Ejemplo: Otelo (1604).

33. Error judicial. Un personaje es condenado injustamente.

34. Remordimiento. El culpable daña a la víctima o comete el pecado, y está en desacuerdo con el interrogador, que busca comprender la situación. Consumido por la culpa, el personaje se atormenta. Ejemplo: la saga de Bourne (desde 2002).

35. Reencuentro con alguien perdido. Un buscador encuentra al fin a alguien, o después de una larga ausencia, los personajes se encuentran o reconocen. Ejemplo: Largo domingo de noviazgo (2004).

36. Duelo por un ser querido. Un personaje presencia el asesinato de un pariente. Ejemplo: Braveheart (1995).


VI. El cuadro sinóptico de Buñuel

En 1930, Luis Buñuel realiza su primer viaje a Estados Unidos. Entre noviembre de 1930 y marzo de 1931, comparte un apartamento en la calle Oakhurst Drive, Beverly Hills, Los Ángeles, con Eduardo Ugarte, escritor amigo suyo con el que redactará el guion de Ensayo de un crimen (1955). En poco más de cuatro meses, Buñuel vuelve a París. A continuación, el relato del cineasta sobre su método de adivinación del argumento de una película.

En mis momentos de ocio, que no eran raros, imaginé y confeccioné un documento bastante curioso, que por desgracia se ha perdido (durante mi vida, he extraviado, regalado y tirado muchas cosas): un cuadro sinóptico del cine americano.

Sobre una plancha de cartón o de madera bastante grande, dispuse varias columnas móviles consistentes en unas tiras de fácil manipulación. En la primera columna se leía, por ejemplo: ambientes: ambiente parisino, de western, de gángsters, de guerra, tropical, de comedia, medieval, etc. En la segunda columna se leía: épocas: en la tercera, personajes principales, etc. Había cuatro o cinco columnas.

El principio era el siguiente: en aquella época, el cine americano se regía por una codificación tan precisa y mecánica que, con mi sistema de tiritas, alineando un ambiente, una época y unos personajes determinados, se podía averiguar infaliblemente el argumento de la película. Mi amigo Ugarte, que vivía en la misma casa que yo, en el piso de arriba, se conocía aquel cuadro sinóptico al dedillo. Debo añadir que el cuadro daba datos especialmente precisos e indiscutibles acerca del destino de las heroínas femeninas.

Una noche, el productor de Sternberg me invita a una «sneak-preview» de la película Dishonored, con Marlene Dietrich (película que en francés se titulaba Agent X-27, y cuenta una historia de espionaje inspirada libremente en la vida de Mata-Hari). Una «sneak-preview» es un preestreno o proyección sorpresa de una película inédita, para averiguar la reacción del público. Suele pasarse en unas salas determinadas, una vez terminado el programa normal. Regresábamos a casa muy tarde en coche, con el productor. Cuando dejamos a Sternberg, el productor me dijo:

—Bonita película, ¿verdad?

—Muy bonita.

—¡Y qué director!

—Sin duda.

—¡Qué tema tan original!

A esto yo me permito responder que, en mi opinión, Sternberg no se distingue precisamente por la originalidad de los temas que trata. Suele partir de melodramas baratos, de historias triviales que él transforma con su dirección.

—¡Historias triviales! —exclama el productor—. ¿Cómo puede decir eso? ¡Ahí no hay nada trivial! ¡Todo lo contrario! ¿No se ha dado cuenta de que al final de la película fusila a la estrella? ¡A Marlene Dietrich! ¡La fusila! ¡Nunca se había visto cosa igual!

—Perdone, a los cinco minutos de película yo ya sabía que la iban a fusilar.

—¿Qué dice? ¡Si nunca se había visto en toda la historia del cine! ¿Y usted pretende haberlo adivinado? ¡Vamos, hombre! Además, creo que al público no le gustará ese final. En absoluto.

Como observo que empieza a ponerse nervioso, para tranquilizarle, le invito a tomar una copa en mi casa. Entramos y yo subo a despertar a mi amigo Ugarte.

—Baja. Te necesito —le digo.

En pijama, rezongando, y con los ojos cargados de sueño, él baja y yo le hago sentarse frente al productor. Luego le digo lentamente:

—Escúchame bien. Se trata de una película.

—Sí.

—Ambiente vienés.

—Sí.

—Época: la Gran Guerra.

—Sí.

—Empieza la película y se ve a una puta. Se ve claramente que es una puta. Aborda a un oficial en la calle. Ella...

Ugarte se pone en pie bostezando, me interrumpe con un ademán y ante los ojos asombrados —pero, en el fondo, más tranquilos— del productor, sube otra vez a acostarse diciendo:

—Corta. Al final la fusilan.


VII. Conclusiones

El interés humano por la narrativa, tanto por parte de sus creadores como del público, tiene que ver con la búsqueda de la propia identidad. Así, cuanto más se reconozca el lector en las peripecias privadas y públicas de un personaje, más reconfortado se sentirá y más le gustará la obra. Además, como hemos visto, las vivencias primarias se pueden resumir en listados más o menos reducidos, de modo que la trama vital de todos nosotros tiene un esqueleto común.

La historia del arte refleja ese esqueleto una y otra vez, insertando narraciones en descripciones. Por ello, la pericia del escritor radica en la forma de contar. El fondo ya estaba ahí. Un buen libro, una buena película, son casos de calidad cuando sus creadores logran modelar un artefacto único, gracias a la manera especial de transformarlo en obra de arte. La sinopsis argumental de un filme no dice nada acerca de su excelencia. Es preciso comprobar cómo se ha resuelto el metraje para concluir si realmente merece la pena y es perdurable.


Fuentes

Ana Estévez Martín, El héroe en el cine de animación contemporáneo, 2016.

José Félix González Sánchez. La trama maestra en la narrativa audiovisual, 2010.

Luis Buñuel. Mi último suspiro, 1982.

https://preambulocinematografico.wordpress.com/2015/02/12/las-siete-tramas-primarias/

https://escueladeescritoresmnemosine.com/2016/11/19/tramas-basicas-historia/

https://exerciseyourfingers.wordpress.com/2019/06/26/las-siete-tramas-basicas-de-christopher-booker/  

https://www.ipl.org/div/farq/plotFARQ.html

https://mundosdeleyendas.com/herramientas-narrativas/tramas-maestras-universales-narrativa/

https://es.wikipedia.org/wiki/36_situaciones_dramáticas

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